sábado, 10 de mayo de 2014

Capítulo 65. SEGUNDA TEMPORADA.

Narra Amber

Estaba en el salón, engullendo helado de chocolate y vainilla mientras veía "A Walk To Remember". Ya había gastado cuatro paquetes enteros de pañuelos.
Iba a por más helado cuando escuché el timbre. Mis pintas no eran las mejores.
Camiseta de tirantes negra de Zack, shorts de deporte blancos y pantuflas de conejitos. Logan estaba arriba, invadiendo el espacio vital de Eiza y los chicos no estaban, asinque, me tocó a mi abrir.
—¿Podemos hablar? —Zayn.
Me entraron ganas de darle con la puerta en las narices, pero me contuve. ¿A quién quería engañar? Le necesitaba, y si no aprovechaba esta oportunidad seguramente no volveria a tener ninguna otra.
Me crucé de brazos y asenti, sin mirarlo directamente.
—¿Puedes salir?
—Supongo. —Dije y me deje guiar hasta su coche.
Nos montamos en él y lo puso en marcha. No tenía ni la menor idea de a donde me llevaba, sólo sé que el camino fue interminable. Incómodo. Ningúno hablaba. Él lo intentó varias veces pero alfinal se quedaba callado. Supongo que no querría estropear la situación.
Dos horas después estábamos en una cabaña, frente a una playa abandonada.
—¿Dónde estamos? —Pregunté.
—Harry me dijo que te trajera a este lugar. Estamos en medio de la nada.
Caminé hasta quedar frente a la orilla del mar. Eran las ocho de la tarde y el sol comenzaba descender.
Zayn se paró a mi lado y se metió las manos en los bolsillos. Estaba pensativo.
—No quiero casarme con Perrie, no la amo. —Dijo de repente. —Te amo a ti, supongo que ya lo sabes...
—Y yo a ti. Es absurdo que tengas celos de Josh, es mi amigo. —Dije mirando al horizonte. No podia mirarlo.
—Será absurdo pero no puedo evitarlo. Los celos forman parte de las relaciones.
—Y de las rupturas.
—Según yo no hemos roto. No quiero romper contigo, no me arrepiento de nada de lo que hemos hecho juntos.
—¿Ni de Eiza?
—De Eiza menos. Es un lazo irrompible entre los dos, un lazo que, queramos o no, siempre nos va a mantener unidos.
—Lo sé.
Ambos nos quedamos en silencio.
—No sé que decirte, Amber.
—Ni yo. —Suspire. —Despues de todo puede que nuestra relación si esté acabada. Por mucho amor que sintamos el uno por el otro... No es suficiente.
—Pues si esto no es suficiente no sé que lo será... El problema es que ningúno quiere dar el primer paso.
—Puede ser. —Lo miré.
—Si, puede ser. —Me miró.
Y así nos quedamos, mirándonos mutuamente, en absoluto silencio. Lo único que se escuchaba era el sonido del mar. Cerré los ojos durante un segundo, cuando volví a abrirlos me encontré a Zayn a menos de 3 centímetros de distancia.
—Pues entonces mejor no decimos nada. —Dijo y me besó.
Me quedé un poco sorprendida, pero le respondí inmediatamente.
Poco tiempo después estaba tumbada en la arena de la playa, con Zayn encima, haciéndome suya, susurrandome cosas hermosas en el oído.
Ni siquiera sé como llegué a esa situación, sólo supe que no quería pararla.
Me quedé dormida entre sus brazos poco después.
Para cuándo desperté ya estaba medianamente vestida. Zayn me había puesto su camisa. Le miré, me tenía agarrada por la cintura, la cabeza apoyada sobre la mía. Estábamos dentro de aquella cabaña, en una cama. Miré la hora, las seis de la mañana.
Me levanté de la cama y salí a despejar mis ideas. La playa estaba vacía, como ayer. Lo que era muy relajante, sabes que nadie va a venir a molestarte.
Una vez más llegué a la orilla y me senté casi al borde de esta. ¿Que pasaría ahora? Si, habíamos hecho el amor, pero aún ni siquiera habíamos solucionado nuestra situación.
Me quedé viendo como las olas rompían en la orilla mientras pensaba y pensaba. Estaba muy rallada con el tema.
Noté una mano en mi hombro, un beso en mi frente y alguien sentándose junto a mi.
—Hola. —Dijo.
—Hola...
—¿Estás bien?
—No, la verdad.
—Si es por lo de anoche...
—Lo de anoche fue perfecto. —Le corté. —La cuestion es que seguimos en las mismas Zayn, al menos por mi parte.
—Solo olvidalo. Porfavor. —Me besó el hombro.
—No sé si pueda. Me gustaria que habláramos sin ningún preámbulo el uno con el otro.
—Está bien. La verdad es que fuí el idiota de los idiotas. Te amo más de lo que me gustaria, me encantaría estar contigo siempre, casado o no. Incluso tener más hijos. Todo lo que quieras, todo, estoy dispuesto a dartelo Amber. Dije lo de Perrie más que nada para molestarte, para que sintieras un poco lo que sentía yo.
—Yo sin embargo lo de Josh lo dije como una broma. Lo demás me fue saliendo sólo. Y no creo que seas un cobarde. Ni quiero verte con Perrie. No quiero verte con nadie que no sea yo.
—Te prometo que no lo harás. —Me cogió la mano y volvió a dejar allí el anillo.
—Tomaré en cuenta la promesa. —Él sonrió. Puso la mano en mi mejilla y me besó.

(...)

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