lunes, 5 de mayo de 2014

Capítulo 59. SEGUNDA TEMPORADA.

Narra Harry

Apenas le dieron el alta a Babi, recogí nuestras cosas y me la llevé a casa. La operación la dejó un poco dolorida pero no se trata de nada que no se pueda arreglar con un poco de amor y mimos.
—¿Cama o sofá? —Pregunté.
—Dios, cama no. Estoy agotada de estar tumbada.
—Sofá entonces. —Dije y la llevé en brazos hasta allí.
—Creo que podría acostumbrarme a esto. —Dijo coqueta.
—Yo también, es una muy buena excusa para tenerte todo el día conmigo. —Le guiñe el ojo.
—Eso suena muy bien. —Me besó y yo la correspondi.
Fuí tumbandome encima de ella poco a poco, sin dejar caer todo mi peso encima suya. Dios, quería hacerlo. NECESITABA hacerla mía pero... No podía. Acababa de ser dada de alta y podría hacerle daño. Tenía que parar esto antes de que acabara con mi poco autocontrol.
—Babi... —Ella puso un dedo en mis labios y sacó mi camiseta. —Babi, para, porfavor.
—¿No quieres?—Preguntó dudosa.
—Pues claro que quiero. Pero no puedo nena. Apenas hace una semana desde que te operaron. Podría ser peligroso... —Le acaricie el pelo.
—Harry, me da igual...
—Pero a mi no. —Ahora fuí yo quién la interrumpió. —Si te pasa algo me muero. —La besé suavemente y me quité de encima suya.
—Eres un mandón. —Se quejó y yo sonreí.
—Sólo estoy tomando la revancha. —Le guiñe el ojo.
—Enserio Harry... —Puso sus preciosos ojos en blanco.
—Hablo enserio nena. Puedo soportar cualquier cosa, excepto perderte. —Dije acariciando sus muslos desnudos, dado que llevaba pantalón corto.
—No me perderás. —Juntó nuestras frentes.
—Te vas a enterar de lo que es bueno cuando estés recuperada. —Dije riendo.
—Eso ha sido una... ¿Amenaza?
—Más bien una advertencia. Te adelanto que no saldremos de la cama en todo el día. —Puse una de mis sonrisas pervertidas.
—Bueno... Me parece bien... —Sonrió y la besé.

Narra Zayn

Conduje hasta casa con la cabeza hecha un lío. Miré al asiento del copiloto, allí estaba el anillo que Liam me había hecho comprar. Llamarme lo que queráis, pero el que alguien se ponga a canturrear en medio de una tienda llena de gente "cacaraca gallina" no ayuda a tomar una decisión. Por alguien me refiero a Liam.
Él tenía razón, no estaba para nada preparado para entregárselo a Amber. Me da pavor el sólo pensar que pueda decirme que no.
No sé que me pasa, nunca he sido tan inseguro con nadie...
Cogí aquella bolsa y entre en casa. ¿Dónde la guardo? No quiero que Amber la vea...
Subí las escaleras tal que un ninja y entré en la habitación. Me decidí por guardarlo dentro de la caja del perfume que me regaló Logan por navidad. Amber no soporta el olor asinque no creo que se digne a abrirlo.
—No te he escuchado entrar. —Dijo a mi espalda. Dejé el perfume en su sitio y me giré para verla.
—Quería darte una sorpresa. —La tomé por la cintura.
—¿Que sorpresa? —Preguntó.
—Ummm aún no puedo decírtelo. Pronto te enteraras. —La besé. — ¿Dónde está Eiza?
—Durmiendo.
—Bien... Entonces supongo que tenemos tiempo para estar solos... —Sonreí.
—¿Y la cena...? —Apenas acabó de decir "cena" cuándo la besé de nuevo.
—La tengo frente a mi.
—Pues te aviso de que yo estoy hambrienta.
Me reí y la guié hasta la cama.

Narra Liam

—¿Liam?
—Si, soy yo cariño.
—¿Donde estás? Te estoy esperando para cenar.
—Voy para casa. Hay cambio de planes, cenaremos fuera.
—¿Fuera? Pero si estoy hecha un desastre.
—Estás bien con cualquier cosa que te pongas... O te quites... —Susurré. —Vete arreglando. —Colgué.

(...)

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