domingo, 2 de marzo de 2014

Capítulo 35. SEGUNDA TEMPORADA.

Narra Zayn

Porfin dieron de alta a Amber en el hospital. Era domingo, estábamos en casa, tirados en el sillón sin hacer nada.
—Por qué no vemos una película? —Pregunto.
—Es que hay alguna buena?
—Podríamos ver Los Juegos Del Hambre.
—Claro, para así pasarme dos horas viendo como babeas por el tal Pota.
—Es Peeta. —Me corrigió. —Y es mi novio, asinque no lo insultes.
—Tu novio soy yo. —La dejé debajo de mi y la besé. —Además Peeta no existe. —Dije incorporandome.
—Pero existe Josh. Algún día lo conoceré, se enamorara de mi y viviremos felices.
—No dudo el hecho de que se enamore de ti, lo dificil es que lo veas.
—Estamos en Los Ángeles, todo puede pasar. —Dijo riendo.
—Pues que sepas que con mi hijo me quedo yo. No voy a permitir que ese tipo lo toque.
—Que te lo has creído. Le haré creer que el es el padre y así nos casaremos y nos mudaremos a una casa lujosa de Miami. Y tu te quedarás solito, llorando por mi. —Dijo riéndose de mi.
—Esta conversación me está comenzando a molestar. Y más por que sabes que nunca voy a dejar que te vallas, ni con John ni con nadie.
—Es Josh. —Rodó los ojos.
—No me interesa.
—Enserio estás celoso de un actor?
—Estoy celoso por tu culpa. Parece que lo quisieras más que a mi. —Dije con la mirada fija en la tele.
—Pues parece mal, idiota. —Me agarró la barbilla y me obligó a mirarla. —Deja de ser tan tontito anda. —Me besó.
—No puedo evitarlo. —Sonreí.
—Vemos Los Juegos Del Hambre entonces? Porfa—Puso cara de niña buena-irresistible.
—Solo si dices que soy el mejor novio del mundo, el más guapo, el más sexy, el más...
—Modesto. —Me interrumpió.
—Ja Ja Ja. También tienes que decir que John no me llega ni a los talones.
—Josh. —Musitó. — Eres el mejor novio del mundo, el más guapo, el más sexy, el más adorable, el más cariñoso, el más vanidoso y Josh no te llega ni a los talones. Y me encantan tus labios. Contento?
—Bastante. —Me reí. —Ok, puedes ponerla.
Me fulmino con la mirada y se levantó a poner la película. En esas, sonó mi móvil. Emma.

—Babosa. —Dije riendome.
—Zayn... Me he quedado en la calle...
—Sin llaves?
—Zayn, en la calle, para siempre. Han cerrado la residencia del estudio... No sé que hacer.
—Coges tus cosas y te vienes a mi depar ahora mismo.
—Debes estar con Amber, no quiero molestar.
—Nunca vas a molestar. Te quiero aquí ya, vamos.
—Ok... Voy para allá. —Colgó.

—Ha pasado algo? —Pregunto Amber.
—Han cerrado la residencia del estudio y Emma se ha quedado sin casa. Le he dicho que venga para acá.
—Has hecho bien. Y era de esperarse que las cerraran, sin estudio de que sirven...
—Si... Nunca pensé que el L.A High School Of Arts se iba a ir a la mierda de esta forma.
—Yo tampoco... —Volvió al sofá.
Pasados diez minutos, Emma llegó a casa con dos maletas. La ayudé a acomodarse en la otra habitación individual.
—Nos devolverán el dinero? —Pregunté.
—Lo dudo. —Respondió Emma guardando la ropa en el armario. — Tampoco era tanto, sólo unos... 2000$
—QUE NO ERA TANTO!?—Grité al borde de un infarto.
—Tranquilo. Compartía habitación con dos chicas más, eran 2000 entre las tres. Está Amber mejor?—Dijo cambiando el tema.
—Si, hay algo que no te he contado.
—Di.
—Vas a ser tía.
—Que? —Dijo mirándome sorprendida.
—Que Amber está embarazada. La noche de la fiesta sufrió un aborto y el médico la mandó reposar, por eso te ayudo yo en vez de ella.
—Bien, ya era hora hermanito. —Me palmeo el hombro.
—Ya era hora? A mi me parece que es demasiado pronto, no? —Dije riendo.
—Pues para mi no. Hace tiempo que tenía ganas de un bebé.
—Pues ni se te ocurra intentar nada con Drew. —La amenace.
—Con Drew no podré intentar nada nunca más... Terminamos el otro día.
—Valla... Y por qué?
—Una discusión un poco tonta... Pero bueno, que se le va a hacer...
—Encontrarás a alguien mejor que ese pintamonas. La verdad, nunca me llegó a gustar.
—Si, supongo... Te importaría dejarme sola? Quiero tomarme un baño y dormir. Me duele la cabeza.
—Vale, hasta mañana pequeña. —Le besé la frente.
—Adiós grandullon. —Dijo riendo.
Fuí a la habitación a ver a Amber. Estaba tirada en la cama, viendo los juegos del hambre por su cuenta.
—Como va? —Pregunté.
—Katniss va a mostrarle su habilidad a los patrocinadores. —Dijo fija en la pantalla.
—Y tu querido Pota?
—Lo haces por molestar? —Desvío la vista de la tele un segundo para enviarme una mirada asesina.
—La primera vez no. —Me tiré junto a ella. —Puede que las demás si.
—Sh.
Me causaba mucha gracia molestarla. Cuándo menos se lo esperaba, la besé. Me gané un puñetazo en el brazo de su parte. Aún así, repetí mi acción varias veces, hasta que se hartó y quitó la película.
—Ey, a dónde vas? —Pregunté al ver que se dirigía a fuera.
—A hablar con Emma o algo, no te soporto. —Me fulmino con la mirada de nuevo.
—No es buena idea, dijo que le dolía la cabeza. Se iba a acostar.
—Pues iré a la cocina y hablaré con el cactus. —Se giró y salió de la habitación.
—Algún día tendrás que dormir, y aquí te estaré esperando. —Grité en tono burlón.

(...)

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