jueves, 20 de marzo de 2014

Capítulo 41. SEGUNDA TEMPORADA.

Narra Zayn

Amber y yo entramos en la habitación de Liam. Me sentía nervioso. ¿Que le iba a decir?
—Hola. —Dije.
—¿Hola..?—Dijo Liam con el ceño fruncido.
—¿No nos recuerdas?—Preguntó esta vez Amber. Liam negó con la cabeza y se rasco la nuca.—El es Zayn, es tu amigo, y yo soy Amber. Su novia.
—Lo siento, yo... Tengo un lío en la cabeza.
—No importa, muy pronto estarás bien, como antes. —Continuo Amber. Yo ni siquiera podía hablar.
—¿Quién era la chica que estaba aquí cuando he despertado?
—Eh... Se llama Sophia. —Dije yo esta vez. No sabía que hacer. Estaba empezando a sudar como un cerdo. Tenía que salir de allí. —Bueno, tenemos que irnos. Cuidate Bro.
—Hasta otra. —Se despidió Liam.
Cogí la mano de Amber y salí del hospital a más de cien por hora.
—Ey, espera. Recuerda que estoy embarazada bobo.
—Lo siento, yo... No sabía que hacer, como hablarle, que decirle... No se porque le tiene que estar pasando esto a Liam.
—Bueno, ya. Lo importante es que está bien y poco a poco se recuperará. ¿Vamos a casa o prefieres ir a desayunar o algo?
—No, a casa, tengo que ducharme. 
Amber se rió de mi y nos dirigimos hacia el coche.
—¿Donde se habra metido Sophia? —Preguntó Amber de repente.
—Ni idea... ¿No estaba en la entrada de la habitación?
—La verdad es que no lo sé. Hemos pasado como un cohete.
—Mandale un WhatsApp a los chicos y avísales.
Media hora más tarde estábamos en el departamento. Lo primero que hice al llegar fue darme un ducha. Amber sólo me había visto sudado después de hacer deporte y no quiero que eso cambie. Enrolle mi cintura en una toalla y fuí al armario.
—Amber. —La llamé.
—Dime. —Entró en la habitación.
—¿Vamos a salir hoy o algo?
—No sé. Al menos ahora mismo no me apetece... ¿Por qué?
—Para elegir la ropa... —Dije mirando el interior del armario.
—Por mi como si te quieres quedar así todo el día. —Dijo pasando los dedos por el borde de la toalla.
—Está usted jugando con fuego señorita Marín. —Dije y la atraje hasta mi.
—¿Que se le está pasando por la mente señor Malik?
—Hacer otro hijo. —Me encogi de hombros.
—Pues va ha ser que no señorito. Se va a quemar el desayuno.
—Ok.. —La besé y dejé que se marchara.
Al final opté por ponerme unos jeans oscuros y una camiseta blanca de manga corta. Me hice el tupé y salí a desayunar. Amber había hecho tortitas.
—¿Hay fresas y nutella?—Pregunté.
—No lo sé, ¿por?
—Se me ocurre besayunar contigo. —Le guiñe el ojo. Ella puso los suyos en blanco y comenzó a buscar.
—Va a ser que no hay ninguna de las dos cosas.
—Jo. —Puse cara triste.
Amber me cogió los mofletes, haciendome reír. Puso los brazos alrededor de mi cuello y nos besamos.

Narra Babi

El móvil de Harry comenzó a sonar. Le habían llegado tres WhatsApp. Amber, Louis y... ¿Lana? ¿Quién es Lana?

Styles, tengo ganas de verte. ¿Estás libre esta noche? Llámame pls;) xLana.

Muy fuerte todo. Dejé el móvil encima de la mesa y fuí a la cocina. Harry estaba preparando algo para comer.
—Styles. —Dije.
—Palvin. —Bromeó. Yo no lo hacía.
—Te has dejado el móvil encima de la mesa, está sonando el WhatsApp.
—Eh... Voy. —Dijo.
—No, tranquilo. Yo te lo traigo. —Fuí al salón y lo cogí. —WhatsApp de Amber: Liam ha despertado, pero ha perdido la memoria. El médico dice que hay que esperar.
—Wow... —Soltó.
—WhatsApp de Louis: Jajajaja tengo que ver esa película... ¿Que?
—Cosas de Lou. —Dijo riendo.
—Y por último, WhatsApp de Lana. —La cara de Harry cambió por completo. —Quiere saber si estás libre esta noche. ¿Le respondo que si?
—Babi, las cosas no son como tu piensas...
—Ah, ¿no? ¿Y como son? Está claro que sigues siendo el mismo de Siempre. He renunciado a muchas cosas, y todo para que, ¿para esto?
—Babi, esa chica me acosa.
—Ay, si. Pobrecito.
—De verdad. Sólo tienes que leer la conversación completa.
—Mira, paso de ti.
—No, leela.

—Hola guapo.
—¿Que quieres?
—Que quedemos. Hace tiempo que no contestas a ningúno de mis mensajes y te necesito.
—Ya te he dicho que ahora tengo novia, deja de incordiar.
—Vamos, sólo una noche.
—Mira chica, déjame tranquilo. Ya te he dicho que no...

Paré de leer y le dí el móvil. Me miraba con una sonrisa perversa.
—Deja de mirarme así.
—Te has puesto celosa. —Canturreo.
—Y te extrañará. —Me crucé de brazos.
—Eres tronchante. —Dijo riéndose de mi.
—No te soporto. —Le mandé una mirada asesina.
—Porsupuesto que me soportas. —Se acercó a mi. —Si te beso... ¿Me pegarás, cortaras los rizos o algo por el estilo?
—Puede... Aún estoy enfadada.
—Pero si yo no he hecho nada.
—Ya, pero de todas formas estoy enfadada.
—Pues ayúdame a cocinar, haber si así se te pasa. —Me cogió la mano.
Suspire y  apreté su mano. Me estaba comportando como una cría.
—Lo siento, no sé que me ha pasado..
—Yo si que lo sé, y... ¿Sabes qué?
—Que.
—Que me apetece almorzar otra cosa.—Sonrió maliciosamente, sacó la comida del fuego y me cargó en su hombro.

(...)

No hay comentarios:

Publicar un comentario