Narra Amber
Pasaron dos semanas desde lo de Liam. Todos estábamos fatal por él pero sin duda, los más afectados fueron Sophia, Zayn y Niall.
Sophia se pasaba los dias y las noches en aquella habitación. El médico dijo que aún estando inconsciente, Liam nos escuchaba, asinque le hablábamos, le contábamos lo que iba surgiendo día a día. Zayn pasaba 1/4 parte del día en el hospital, si no pasaba más era por el trabajo, y en parte, por mi culpa. Ya estaba comenzando a echar un poco de panza, pero Zayn, ni siquiera lo notó. No lo culpo.
Emma se mudó a Miami con algunas de nuestras amigas del estudio. Les dieron una beca en una escuela de danza bastante representativa en el mundo. Nunca más supimos de Alice, al parecer se marchó la misma noche que ocurrió todo.
Y... En fin, mi vida se ha convertido en una gran rutina. Despertar, preparar el desayuno para Zayn mientras el se ducha. Se lo come casi de carrerilla y se marcha al hospital. Limpio el departamento y hago las compras. Al medio día preparo la comida, Zayn almuerza rápidamente y se marcha al gimnasio. Por la tarde me dedico a fregar los platos, leer o simplemente ver la televisión. Zayn vuelve a las ocho del gym, para entonces ya le tengo preparada la cena. Se da una ducha y rápidamente se acuesta. Y la historia se repite una y otra vez. La única variante fue ayer, que volvió a casa con la espalda hecha polvo. Le preparé un baño de burbujas y le dí un masaje. Pensé que hoy la noche sería diferente, ya que al día siguiente Zayn no tenía trabajo, pero me equivoqué. Se quedó dormido en cuanto cayó en la cama.
El despertador sonó a las nueve de la mañana. Me levanté refunfuñando y me dí una ducha. Tenía mi primera ecografía con el ginecólogo y tenía que arreglarme.
Mientras estaba en la ducha, Zayn entró en el baño a peinarse. Me dijo que se iba al hospital y, simplemente se largó. Me sentía como una esposa de 40 años a punto de divorciarse.
No quería ir sola a la ecografía, asinque Babi se ofreció a acompañarme. Llevaba mes y medio de embarazo, por lo que no se distinguía el sexo del bebé. Aún no se veía nada, sólo distingui la cabecita.
Salimos de la consulta y aproveché para visitar a Liam. Sophia y Zayn estaban junto a la cama, mientras que Niall estaba dormido en el sofá.
—Amber, ¿Que haces en el hospital? —Me preguntó Zayn caminando hasta mi.
—Hoy era la cita con el ginecólogo. —Dije, sin expresión alguna.
—Dios, lo siento. No me he acordado... —Dijo rascándose la nuca.
—No hace falta que lo digas. —Lo rodeé y fuí junto a Sophia. Estaba destrozada.
Unos minutos después llegaron Lou y Eleanor acompañados por Harry.
—No ha despertado. —Afirmó Louis.
—No.. —Dijo Zayn.
—¿Que ha dicho el médico?—Pregunto Harry.
—Nada. No saben cuando puedan despertar. Ni siquiera es seguro que lo haga. —Dijo Niall, que se había despertado con el jaleo.
Estuve allí unas dos horas. Me hubiera gustado estar más tiempo pero me estaba empezando a doler el vientre. Me despedi de los chicos y me marché, de nuevo sola. O al menos eso pensé...
—Amber, espera. —Dijo Zayn. —Me voy contigo.
—No, quédate si quieres. —Dije caminando delante de el.
—Volveré mañana. De todas formas Liam no va a despertar sólo por que yo me quede. —Se metió las manos en los bolsillos y caminó a mi lado. —¿Niño o niña?
—Aún no se ve. El médico dijo que lo sabríamos a partir de los cuatro meses, de los tres si teníamos suerte.
—Perdóname.
—No puedo perdonarte porque simplemente no tengo nada que perdonar. Entiendo que quieras pasar tiempo con Liam. Últimamente he estado la mayoría del tiempo sola, haciéndote el desayuno, la comida, la cena. Lavandote la ropa, haciendo la compra... Sola, todo sola. Para ti sólo he existido para eso. Si lo que quieres es espacio me iré a mi casa. Avísame cuándo decidas lo que quieres. Y no te lo tomes a mal, no es que quiera presionarte pero ya el vaso ha rebosado. —Dije y aumente el ritmo de mis pasos.
—Supongo que no tengo el derecho a pedirte que te quedes, pero realmente me gustaria. Lo único que me ha mantenido con fuerza estos dias ha sido llegar a casa destrozado y dormir contigo. Poder acariciarte el vientre mientras dormías... Te ha crecido un poco la tripa en todo este tiempo. —Paré en seco.
—¿Lo has notado? —Pregunté sin girarme para verlo.
—Porsupuesto. Lo único que he olvidalo a sido la cita de esta mañana. —Me giró para que lo mirara. — Tenía la cabeza en... Otra cosa. —Dijo bajando la mirada.
—Pensé que...
—Que no me había dado cuenta.
—Exacto..
Se acercó a mi y sin previo aviso me abrazó. Mi cuerpo reconoció rápidamente su calor. Pasé mis brazos alrededor de su cintura y profundice el abrazo, hundiendo mi cara en su cuello, respirando así su perfume.
—Vamos a casa. —Me susurró en el oído para después dejar un suave beso en mi hombro. Asenti y agarré su mano para continuar caminando, esta vez juntos.
(...)
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