Narra Zayn
—Doctor... Como está mi hijo? —Pregunté. Amber me apretó la mano en ese momento.
—Bueno... Han llegado justo a tiempo. El bebé está muy bien pero Amber debe descansar, ya que si se repite el aborto podría quedar estéril para siempre.
—Tranquilo doctor, yo me ocupo. —Dije sonriendo. Cogí una silla y me senté frente a Amber. Aún tenía sus manos entre las mías. —Tenemos que hablar varias cosas, lo primero, te vienes a vivir conmigo. Yo sólo tengo que ir a trabajar por la tarde, de cinco a ocho excepto los viernes, sábados y domingos.
—Puedo cuidarme sola Zayn...
—No, no puedes. No me voy a arriesgar a perder a nuestro bebé, y menos a que tu te quedes estéril. Voy a ser tu sombra.
—Está bien.
—Dos, te ví cuando te caiste. Había una chica contigo, quien era?
—No era nadie...
—Si, dime quien era. Si fué ella la que te empujó te juro que la mataré.
—Era la chica del bar, resulta que es sobrina de Cameron... pero no me empujó, yo me resbale sola.
—Y que hacia hablando contigo?
—Me dijo que sabía que tu y yo habíamos salido y que además yo era tu alumna. Me dijo que me alejara de ti o se lo contaría todo a Cameron. Después iba bajando las escaleras cuando me agarró del brazo, intenté zafarme pero me resbale y caí.
—Esa zorra..
—No le digas nada, por favor.
—De momento lo dejaré pasar. Lo tercero que quería decirte, que hacías hoy con Josh?
—Bueno... —Giró la cabeza. —Estaba enfadada contigo.
—Fuiste con el para darme celos? —Pregunté divertido.
—No. —Dijo avergonzada.
—Está bien, te creo. —Mentí. La conocía perfectamente.
—Ven aquí conmigo. —Me pidió.
Asentí encantado y me semi-tumbe en la cama. Ella apoyó su cabeza en mi pecho. Acaricie su vientre y Amber me sonrió tiernamente. Me agache un poco y la besé suavemente, haciéndole sentir todo lo que sentía yo en aquel momento.
Pensé en cómo sería cargar a ese bebé en brazos, besarlo. Jugar con el y mimarlo. La verdad me imaginaba a una preciosa niña, parecida a Amber.
—En que piensas amor? —Me preguntó mirándome fijamente, seguramente pensando lo peor.
—En cómo será nuestro hijo. —Dije y noté sus músculos relajarse. —Que creías?
—No lo sé...
—Amber, no tienes porque desconfiar de mis palabras. Aunque no me creas, siento que ya amo a esta pequeña cosita que llevas en el vientre. Igual que te amo a ti.
—Eso dices ahora, pero seguro que en cuanto me veas gorda y fea te cansas de mi.
—Cállate anda o me veré obligado a torturarte a besos. —Le besé la frente. —Cuando se ama lo que menos importa es el aspecto físico. Además, no vas a estar gorda, vas a estar embarazada, tonta. Y me encantará verte así, y acariciarte la panza. —Dije riendo y ella se unió a mi.
—Ojalá sea así.
—Lo será. —Le besé la nariz, haciéndola sonreír.
Poco tiempo después se quedó dormida entre mis brazos. Yo estaba por imitar su acción cuando escuché que me llamaban. Era el doctor.
—Puede acompañarme fuera un momento Zayn?
—Claro. —Me levanté con cuidado de no despertar a Amber y salí.
—Lo que voy a decirle es muy importante. Escucheme atentamente. Su novia no va a quedar estéril si sufre un aborto.
—Ah no?
—No, sólo lo he dicho para meterle un poco de miedo, esta es la verdadera razón por la que Amber no debe hacer el menor esfuerzo... Si el embarazo llegara a complicarse usted podría tener que elegir entre su novia o su hijo.
—Que qué?
—Ya sabe, decidir cual vivirá y cuál morirá. Es importante que Amber no se entere de esto. Tiene que llevar un embarazo aparentemente normal, en reposo.
—Dios mío...
—No piense en eso Zayn, es una posibilidad remota. Límitese a cuidarla, insisto, que haga el menor esfuerzo posible. Una cosa más, usted es joven y sé perfectamente que le interesa saber el tema del sexo, ya sabe, cuando podrán volver ha estar juntos.
—La verdad es que ahora eso es lo que menos me importa. Sólo quiero que ella esté bien.
—Bueno, por si acaso, los primeros dos meses pueden tener relaciones sin ningún problema, a partir del tercero es recomendable que no y al cuarto es totalmente irrecomendable. Podría acarrear problemas al bebé.
—Puede estar tranquilo con eso.
—Muy bien. Recuerde, sea cariñoso con ella.
—No hace falta que me lo diga doctor. —Sonreí y volví a la habitación.
Volví a posicionarla entre mis brazos con más miedo que nunca. ¿Que pasaría si realmente tuviera que escoger entre Amber y el bebé?
No sé en que momento me quedé dormido, sólo se que me despertaron unas caricias en el pelo. Abrí los ojos lentamente. Amber estaba frente a mi, sonriendo.
—Hola bello durmiente. —Dijo.
—Si soy el bello durmiente... Por qué no has probado a despertarme con un beso? —Dije en tono gracioso.
—No se me había ocurrido. —Admitió. —Zayn tienes que irte y descansar. Aún llevas puesta la ropa del baile.
—No, porsupuesto que no me voy a ir.
—Por favor, no quiero que estés incómodo por mi culpa.
—Siempre estare cómodo estando contigo, pero bueno, está bien. Pero que sepas que vuelvo en 1 hora o menos.
—Tomate el tiempo que necesites. Logan viene de camino.
—De todas formas no tardo nada. —Sonreí.
(...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario