Capítulo 27.

Narra Sophia

El móvil no paraba de sonar. Tantee la mesilla hasta que lo encontré.

—Diga... —Dije. Ni siquiera había mirado quien era.
—Sophia. —Era Amber. —Tengo que hablar contigo. Estas en tu casa? —La notaba alterada.
—Si, vente.

Me levanté de la cama y fuí al baño. Menudos pelos. Me hice una coleta alta, me cepille los dientes y bajé. Ni Liam ni Nialler estaban en casa. Cogí una manzana y me senté en el sofa a esperar a Amber, quién no tardó en llegar.
—Que pasa? —Pregunté al verla tan alarmada.
—Sophia, prometeme que me guardaras el secreto.
—Si, lo prometo. Cuéntame.
— Estoy embarazada.
Noté como la boca se me caía al suelo. Me quedé en shock por un momento, simplemente mirándola con la boca abierta.
—Zayn lo sabe? —Pregunté una vez pude reaccionar.
—Lo sospecha.. Ni siquiera te he dicho lo peor. —Permanecí en silencio, esperando a que estuviera lista para hablar. —Zayn y yo hemos terminado.
—Como!? Se ha atrevido a dejarte estando embarazada?
—Si, bueno, no... Bueno... Estabamos discutiendo y me largué. De todas formas no le necesit... —El sonido de su movil la interrumpió. —Es el.
—Contesta. —La animé.
—No... Paso de el.
—Amber... —La regañe.
—Está bien...  Que quieres... Si, me he hecho la prueba... —De repente me miró dudosa. —No, ha sido una falsa alarma. No estoy embarazada... —La miré mal y ella negó con la cabeza. —No, no quiero hablar contigo... Olvídate de que existo. —Colgó.
—Estás loca!? —Solté.
—No, no estoy loca.
—Y que vas a hacer cuando tengas el vientre como una pelota gigante de fútbol? Oh, no, no estoy embarazada Zayn, es que he comido demasiadas magdalenas. —Dije lo último en tono irónico.
—Para ese momento ya estaré en la otra punta del país.
—Ni hablar, tienes que decírselo.
—No, no se lo diré y tu tampoco.

Narra Niall

—De verdad tengo que hacer esto?
—Si. —Respondió Liam. — Es la única forma de que superes la vergüenza. —Me puso el gorro más ridículo del mundo.
—Ni hablar. Además este gorro es ridículo, ni siquiera es originario de Irlanda.
—Deja de hablar y hazlo.
—No me voy a pasear por el centro comercial vestido de duende y bailando Payne. —Me quité el gorro y se lo lance a la cara.
—Entonces nunca conseguirás superar tu timidez por lo que nunca conseguirás decirle a Alice que la quieres.
—Yo de tímido no tengo ni el pelo mas corto que tenga en la cabeza. Si no se lo digo... Es porque... No, y no tengo que darte más explicaciones.
—De todas formas has comprado el disfraz, y prometí por twitter que subiría un video de un duende retrasado bailando en el centro comercial. Los dos ganamos con esto.
—A quién le has prometido tu eso?
—A mis 6874 seguidores perro. Tengo que mantenerlos y como hace tiempo que no hacemos ninguna cover... —Se encogió de hombros.
—Espera, me estás diciendo que te has hecho mini famoso en twitter porque has subido videos de nuestros ensayos? Como no se me había ocurrido antes.
—Porque eres tonto. Me ayudas, duende retrasado?
—Va a ser que te quedas sin tus 6000 seguidores, zorro.
Me dí la vuelta y camine de vuelta al coche. Iba andando con la cabeza gacha, intentando que nadie me reconociera, cuando choque con alguien.
—Niall?
—Eh... Alice! Hola! —Dios me las pagarás por esto.
—Que haces así vestido? —Preguntó Ally que venía con ella.
—Nada, he estado dándole juguetes a los niños... Vestido de duende. —Sep.
—Ow, que mono. Eres tan tierno. —Dijo Alice sonriendo.
Las células de mi cuerpo montaron una fiesta salvaje en mi estómago, bailaban al ritmo de IM A BOSS AS BITCH.
—Gracias, es un placer para mi poder ayudar a los niños.
—Me hubiera encantado ayudarte Nialler. —Dijo Alice.
—La próxima vez vendremos juntos. —Sonreí.
—Alice, o nos damos prisa o nos cierra la tienda. —Dijo Ally.
—Ok, hasta luego pequeño duende.
—Adios trenzitas. —Dije riendo.
Me quedé viendo como se marchaba. De repente Liam apareció dándome el susto de mi vida.
—Que hacía aquí Alice? —Pregunto.
—No sé, vino con Ally de compras. Podemos irnos?
—Vamos.

Narra Louis

Estaba sentado en el sofa, esperando a que Eleanor apareciera. Se había comprado varios vestidos y estaba decidiendo cual de ellos usar.
—¿Que te parece este? —Dijo. Traía puesto un vestido negro de tubo, ajustado.
—Me parece bien, igual que los otros tres vestidos.
—De que color será tu corbata?
—Que se yo, usaré la primera que coja, como siempre.
—De eso nada. Tu corbata debe ir a juego con mi vestido. Si uso el vestido azul agua... No me gusta el azul agua para tu tono de piel...
—Usa este, es perfecto.
—No, usaré el blanco mejor.
—Ya puedo descansar?
—Está bien, mientras me quitare el vestido. —Dijo subiendo las eescaleras.
Empecé a jugar con el mando. El sonido del timbre me asustó y lo tiré al suelo. Miré por la mirilla de la puerta. Era un chico.
—Quién eres? —Pregunté una vez había abierto la puerta.
—Soy Alex, un viejo amigo de Eleanor. Está?
—Si, eh...
—Alex! —Gritó Eleanor y se tiró a sus brazos.
—Mirate, estás hermosa. Mucho más que antes. —Dijo el tipo sonriendo.
—No seas tonto. —Me miró. Estaba totalmente desconcertado con esta situación. —Eh, Alex, te presento a Louis.
—Su novio. —Añadí.
—Yo soy Alex, su ex novio.

(...)