domingo, 6 de abril de 2014

Capítulo 49. SEGUNDA TEMPORADA.

Narra Niall

—Ho-Hola. —Respondí.
—Siento aparecerme así, sin avisarte ni nada... Es que... Perdí vuestros números de teléfono.
—Imagino, con todo eso de que eres famosa... —Bufe.
—Veo que estás enterado... Niall, yo... Quiero hablar contigo de lo que pasó hace ya un año...
—Lo único que sé es que te acostaste conmigo y te marchaste sin decir adios. Nos dejaste tirados en el peor momento de nuestras vidas... —Respire hondo. —Marchate de mi casa, no quiero verte más.
—¿Estás seguro?—Preguntó, una lágrima estaba cayendo por su mejilla.
—Si. —Mentí. —Adios. —Abrí la puerta.
—Está bien... Adios Niall. Sólo quiero que sepas que él amor que sentía por ti sigue intacto. Nunca te olvidaré. —Dijo y se marchó.
Ya no me apetecía ir a casa de Sophia, no me apetecía nada. Sólo morirme. Yo también la amo, ahora más que antes. Es el orgullo el que no me permite acercarme a ella. El orgullo y... Ariana. Sólo fue una vía de escape, un intento fallido de olvidar a Alice... Tengo que dejarla antes de hacerle más daño. Después de todo mi destino si será quedarme sólo.

Narra Babi

Mi vida es MUCHÍSIMO mejor desde que Harry se enteró de mi estado. Me trata como si fuera de la realeza, y si, me gusta que me mime y me consienta. No me importa admitirlo. Y es que sé ha vuelto el novio perfecto; romántico, dulce, dedicado... Aunque sigue conservando esa pasión que le caracteriza.
Aún no tengo ni un mes de embarazo, por lo que mi panza no ha comenzado a crecer. Aún así, este bebé es lo mejor que me ha podido pasar. Me muero de ganas por tenerlo aquí, en mis brazos.
Recibí un mensaje de Amber, quería verme en su casa. Me despedí de Styles, que por poco no me deja salir, y me marché.
La puerta de abrió prácticamente al instante de tocar el timbre.
—¿Estabas tras la puerta? —Pregunté riendo.
—Mas o menos... Babi, tienes que ayudarme. No sé que hacer...
—¿Que hacer con qué?
—Confío en ti. —Asentí. —Mi niña no murió. Sólo fue una venganza en contra de Zayn.
—¿QUE? ¿Y eso por qué?
—Subamos a mi habitación. —Dijo y tiró de mi hasta el piso de arriba. Abrió la puerta de su habitación y me dejó pasar. Lo primero que ví fue una cuna. Dentro de ella estaba la niña, dormidita.
—Ha esta niña me la como. Porfavor, que monada. —Dije.
—Sh, habla bajito, se acaba de dormir. No ha tenido una buena noche, creo que se ha puesto enferma.
—Deberías llevarla al médico.
—Iba a hacerlo pero la fiebre se le ha bajado. —Se sentó en la cama y yo imite su acción.
—Cuéntame lo de Zayn.
—El... Bueno... Creo que él me engañó con Kendall.
—¿Crees?
—Si... Yo lo ví besarla. Él insiste en que no pasó nada, dice que fue ella quien lo besó y que él se apartó y llamó a mi primo para ver dónde estaba.
—¿Y es cierto?
—Si. Me ha enseñado la llamada incluso.
—Pues ya está. Francamente, no creo que Zayn haya sido capaz de hacerte eso... Dale una oportunidad y cuentale que vuestra hija vive. Harry me ha contado que se la pasa de esquina en esquina, con la mirada pérdida. Apenas come y duerme.
—No sé que hacer...
—Habla con el. Dile que esta es su última oportunidad, que no la desaproveche. No te condenes a ser infeliz por algo que puede ser una gran mentira.
—Está bien, lo consideraré...
—Bueno, eso ya es algo. —Sonreí. —Yo también tengo algo que contarte. Aún no lo sabe nadie.
—¿Que?
—Estoy embarazada. —Dije animadamente después de hacer una pausa de expectación.
—Wow, felicidades. —Me abrazó.
Con nuestros gritos, la niña comenzó a llorar.
—Ay, lo siento. —Dije.
—No pasa nada, ha sido la emoción momentánea. —Dijo riendo y tomó a la niña en brazos.
—¿Cómo se llama? —Pregunté.
—Eiza. —Dijo meciendola suavemente. Ya se había calmado y estaba comenzando a quedarse adormilada. Es increíble la facilidad que tiene un bebé para quedarse dormido.
De repente, sin previo aviso y casi con violencia, la puerta de la habitación se abrió.
—Lo sabía...

Narra Sophia

—¿Pizza? —Sugirio Liam. Estábamos discutiendo que cenar, ya que a Niall se le ocurrió dejarnos plantados sin motivo alguno.
—Está bien, lo que te apetezca.
—No, de eso nada. Lo que le apetezca a usted señorita, usted manda.
—Enserio Payne, no tengo mucha hambre. El que se va ha poner las botas eres tú, conque decide.
—Pues pizza entonces. —Cogió el teléfono. —Voy a encargarla.
Yo por mi parte me quedé haciendo zapping en la televisión. Al ser domingo no había ninguna película buena.
—¿Tenemos alguna película en dvd?—Le pregunté a Liam.
—No, pero tengo algunas en el pen. La mayoría son de miedo.
—No quiero ver una película de miedo.
—¿Por qué? Eres una miedosa. —Se burló. —Tranquila que yo te protegere. —Dijo y me besó.
En esas, un mensaje llegó a mi móvil.

Sophia, soy Alice... Estoy en L.A. ¿Podemos vernos? Si te niegas lo comprendere...

(...)

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