martes, 29 de abril de 2014

Capítulo 57. SEGUNDA TEMPORADA.

Narra Harry

Miré a aquella enfermera con ojos suplicantes. Ella tenía clavada la mirada en mi. No tenía ninguna expresión en la cara, lo que me ponía aún más nervioso.
—¿Y bien?—Pregunté.
—Compruébalo tu mismo. —Me entregó una carpeta. —Hemos detectado un pequeño bulto en el útero, perfectamente curable. —Dijo, mientras yo ojeaba aquellos papeles. —La paciente Bárbara tendrá que someterse una operación, para extirparlo. Es una operación sencilla, por láser, por lo que, en cuestión de estética su cuerpo quedará perfecto.
—¿Ocurriría algo si Babi se negara a operarse? —Pregunte.
—Ese pequeño bulto se convertirá en un verdadero cáncer. —Dijo, sin rodeos.
—Una vez extirpado, ¿es posible que vuelva a regenerarse?
—Las posibilidades son prácticamente nulas. —Se apoyó en la mesa sobre sus codos. Fruncio ligeramente el ceño y habló: —¿Alguna pregunta más?
—¿Podrá volver a quedarse embarazada? —Imite su acción.
—Sin ningún problema, el aborto se produjo de forma natural. La operación será... —Miró unos papeles. —Pasado mañana. Podrá abandonar el hospital dos dias después. ¿Se lo comunica usted o prefiere que seamos nosotros?
—Yo, yo se lo diré. ¿Algo más que deba saber?
—No, puede retirarse. La paciente no podrá recibir más visitas hasta la tarde-noche. Necesita descansar.
—De acuerdo...

Narra Amber

—Gracias a dios... —Dije después de escuchar a Zayn contándome lo ocurrido con Babi.
—Lo han detectado a tiempo, de haber esperado unos simples dias más las noticias hubieran sido otras...
—¿Y ella como está?
—Dormida, no recibe visitas. En un rato me iré a casa y volveré mañana. Aquí no hago gran cosa.
—Vale.
—¿Como está Eiza?
—Aquí conmigo, está durmiendo —Dije sonriendo.
—Está tranquila... ¿No?
—Si.
—Está bien. Nos vemos en un rato. Te amo.
—Yo más.

Colgué el teléfono y suspire aliviada, una preocupación menos. Sólo esperaba que las cosas se relajaran un poco, para así solamente tener que pensar en mi niña y en mi "niño".
¿Que pasará con nosotros? ¿Estaremos toda la vida siendo simplemente novios? ¿Aún existiendo Eiza? No voy a negar que me encantaría que Zayn me sorprendiera con un anillo de bodas pero seguramente eso ni está en sus planes.
Me di un baño, me puse unos shorts de hacer gimnasia y una de las camisetas de tirantes de Zayn. La tengo desde hace año y medio. Fue la primera que usé y he de admitir que me encanta y no se la voy a devolver, ya es mía.
Me tumbe en la cama y miré al techo. Malik, Malik, Malik, ¿es que no sabes pensar en otra cosa?
No puedo pensar en otra cosa.
Te ha lavado el cerebro.
Y el corazón, al parecer. No puedo evitar amarlo como lo amo, eso me frustra. Me da rabia saber que me tiene en sus manos, que si me llama, yo iré.
Pasada media hora, Zayn se presentó en mi casa. Me hizo recoger todas mis cosas y me puso una venda en los ojos.
—¿Segura de que no ves nada?
—Segurisima. —Confirme. El me guío hasta el coche. Me dió un beso corto en los labios y me dejó allí. Al poco tiempo noté como entraba y ponía en marcha el coche.
—¿Y Eiza? —Pregunté.
—Detrás, en el carrito. Relájate, todo está bien.
Yo simplemente asentí. Un rato después sentí el coche detenerse.
—¿Hemos llegado? —Pregunté.
—Si. —Se bajó del coche. Escuché la puerta abrirse y su mano sobre mi muslo. —Vamos, baja. —Susurro y me agarró la mano para ayudarme a ponerme en pie. —¿Lista? —Asentí.
Su respiración se trasladó a mi nuca. Dejó un suave beso en mi cuello y deshizo el lazo de aquella venda, la cual cayó al suelo, dejando frente a mi una preciosa casa.
—¿Y esto?—Pregunté boquiabierta.
—Bueno... Pensé que estaría bien tener nuestro propio espacio. Y me refiero a uno de verdad, no al depar. —Dijo riendo.
Miré a aquel maravilloso hombre con la sonrisa más estúpida que se puede tener y me tiré en sus brazos.
—Te ha debido de costar un ojo de la cara. —Lo regañe.
—Tengo los dos, ¿ves? —Se burló y yo le pegué. —Ah. Me han hecho un buen descuento, mi padre trabajó con este tipo asinque.. —Se encogió de hombros. Yo lo miré con desaprobación. —Sé lo que estás pensando y no me importa. Yo compré esta casa para ti y para mi hija, para que tuvierais un hogar, un techo... Y... Aquí está. Esto es vuestro. Y esto también. —Se señaló a sí mismo y yo reí.
—Eres la mejor persona del mundo Malik. No podría haber pedido un mejor padre para mi hija.
—Para tus hijos. Pienso tener cientos.
—Claaro, como tú no tienes que aguantar esos dolores infernales..
—Me hubiera gustado ver nacer a Eiza, haber estado contigo, haberte ayudado en todo lo posible...
—Lo siento.
—No lo sientas... Supongo que la culpa fue mía... —Me besó la mejilla y cogió a Eiza en brazos. —¿Que te parece si entramos?
—Vale. —Sonreí.

(...)

jueves, 24 de abril de 2014

Capítulo 56. SEGUNDA TEMPORADA.

Narra Niall

Estaba sentado en los incómodos sillones del hospital. Estaba sólo ya que Els se había ido a relevar a Lou con Troy, Harry estaba hablando con los médicos y de los demás no tenía ni idea.
Mi mente comenzó a vagar por si sola. Recordé la noche del baile, la noche en que hice mía a Alice. Ningún otro la había tocado antes, sólo yo. Sólo yo pude amarla con todo mi ser y después... Después se largó.
Me rallo la mente pensando en lo que pudo ser y no fue. Pensando en ella, en sus besos, en sus labios, en sus ojos. En aquella noche, que fue la mejor de mi vida. Fue un momento mágico para ambos y todo se fue a la mierda.
Comencé a jugar con mis dedos. Una sensación de nerviosismo me invadió por completo. ¿Que me pasaba?
Miré a la derecha y reconocí tres figuras moverse por el pasillo. Dos chicas y un chico. A medida que se fueron acercando, me di cuenta de que el chico era Liam, y las chicas... Sophia y... ¿ALICE? Oh dios.
No puedo verla, no quiero verla. La amo y la odio.
Me hundi en aquel sillón, intentando desaparecer, cosa que, claramente, no funcionó.
—Hola. —Saludó Alice.
—Hola. —Respondí.
Miré a Sophia y ella simplemente se sentó junto a mi. Liam se sentó a su lado y Alice... Alice al mío. Tragué saliva. ¿Que podría decirle?
—¿Cómo está Babi? —Pregunto.
—Esta... Sigue igual. —Me aclaré la garganta. —Le están haciendo unas pruebas ahora mismo. Quieren aclarar si Babi tiene... Cáncer.
Los tres me miraron atónitos y yo sólo pude asentir. Mi hermana apoyó lo cabeza en el hombro de Liam y este le besó la frente.
No me hacia demasiada gracia verles hacerse mimitos, asinque giré la cabeza, encontrandome con una nerviosa Alice.
Estaba eclipsada en el suelo. Ví una lágrima recorrer su mejilla.
—¿Estás bien? —Pregunté.
—Si. —Se la secó. —Es sólo que... Nunca pensé que podrían pasar tantas cosas en mi ausencia. Si hubiera sabido que esto ocurriría... Nunca me hubiera ido. Estoy perdiendo a todas las personas a las que quiero. —Nos miró a mi y a Sophia.
¡YO TE AMO! Quise gritarle, pero no me atreví. Hice lo mejor que pude por no salir corriendo, o por no lanzarme a ella y besarla. No. Puede que la perdone, pero no ahora. No tan pronto. Ha sido un año de mierda y quiero que ella sienta una mínima parte del dolor que yo he sentido.

Narra Harry

Hablé con varios especialistas, que me dejaron de muy buen humor. Dijeron que las probabilidadades de que Babi muriera por ese supuesto cáncer eran semi nulas. Yo por mi parte ví el cielo abierto cuándo escuché eso. En el caso de que Babi tuviera ese cáncer, con una operación no demasiado compleja volvería ha estar como nueva. El problema es que tendría que darse la quimioterapia y no creo que quiera perder su pelo... Tendrá que hacerlo, no estoy dispuesto a andarme con chiquitas. En el caso de que realmente tuviera que hacerlo, el pelo le crecerá. Llamé a Henry y a mamá, en poco tiempo estaban en el hospital. Al ver que no podían hacer nada aquí, los mandé a casa. No creo que tantas emociones sean buenas para Henry. Prometí avisarles en cuanto supiera cualquier cosa de Babi.
Unas horas más tarde, la doctora me llamó a su despacho. Tenía una carpeta llena de papeles en las manos.
—¿Los resultados?—Pregunté y ella asintió. —Dígame que Babi no tiene cáncer, por favor. —Supliqué.

Narra Eleanor

Llegué a casa del hospital. Ya no aguantaba más tiempo allí, frustrandome por no poder hacer nada por Babi. Además extrañaba a Troy. Louis se fue rápidamente a cubrirme y yo me quedé en casa con mi hijo.
Ojalá que todo salga bien y Babi no tenga esa enfermedad del diablo, ella no se merece esto. Ni ella, ni Henry, ni tampoco Harry. La vida es tan injusta...
Después de darme una ducha y ponerme más cómoda, subí a ver a Troy. Ni se había coscado de que me había marchado. Desde luego Troy ha salido a su padre, su sueño es tan pesado como 10 elefantes.
Me recoste en la cama y cerré los ojos, dispuesta a dormir. El móvil me hizo sobresaltarme.
—¿Diga?
—Els, soy Harry..

(...)

sábado, 19 de abril de 2014

Capítulo 55. SEGUNDA TEMPORADA.

Narra Harry

Necesitaba estar sólo. Subí hasta la azotea del hospital y me senté en uno de los muros. ¿Por qué Babi? ¿Por qué dios se empeña en hacerle la vida imposible? Nadie sabe lo que daría por ser yo quién esté en su lugar.
Sentí las mejillas húmedas. Me las toqué y descubrí que estaba llorando. Yo, llorando. Suspire y dejé que las lágrimas fluyeran. Creo que ya las he evitado demasiado tiempo.
—Que no le pase nada a Babi, porfavor. —Dije mirando al cielo. Me sentía un poco estúpido, pero estaba realmente desesperado. —Ya te has llevado a mi hijo, no te lleves a la mujer que amo. —Dije con cierta rabia.
Sé que aún no se ha confirmado lo de Babi pero... Son demasiadas probabilidadades. Quiero creer, quiero pensar que estará bien pero... Siempre he sido un negativo. Y es que es lo mejor, ser negativo. Se sufre menos así.
Recibí un whatsapp. Sin la intención de contestarlo, lo abrí. Era de Eleanor.
Harry, Babi acaba de despertar y quiere verte.
Me seque las lágrimas y bajé rápidamente. Els seguía con ella cuando llegué.
—Hola. —Murmure fingiendo una sonrisa. No podía verla ahí, rodeada de cables. Sentía un dolor terrible en lo más profundo de mi.
—Hola. —Respondió Babi mirándome extrañada. Els salió de la habitación y yo ocupe su sitio.
—¿Como te sientes pequeña? —Le cogí la mano.
—Dolorida. ¿Que me ha pasado?
—Te mareaste en las escaleras. Gracias a dios ya estás bien... —Le besé la frente.
—¿Y el bebé?
Me quedé mirándola, sin saber exactamente que contestar. ¿Debería decirle la verdad? ¿Debería mentirle para no hacerla sufrir?
—Harry, ¿el bebé? —Me repitió.
—Puedes volver a quedarte embarazada. —Susurré.
—¿Que quieres decir con eso? ¿He perdido al..? —Se tocó la tripa. Yo sólo pude asentir. Ojalá nada de esto estuviera ocurriendo. Ojalá todo esto fuera una puta pesadilla. A Babi se le aguaron los ojos y todo lo que pude hacer fue abrazarla. No podía hablar o me pondría a llorar y es lo que menos quiero. Necesito que Babi me vea entero, no destrozado. Necesito sostenerla para que no se derrumbe.
—Ya mi amor. —Susurré mientras le acariciaba el pelo.
—Te hacía mucha ilusión tener al niño... Y a mi también...
—Podemos tener más. Cientos, miles, millones más. Todos los que tú estés dispuesta a parir, a mi no me importa hacertelos.
Babi soltó una pequeña risa, lo que me hizo sonreír.
—Nunca dejaré que te pase nada malo Babi. —Le pasé un mechón de su pelo por detrás de la oreja. —Aunque tenga que dar mi vida para que tú estés bien. Te lo prometo.
—Los dos estaremos bien. Nos lo merecemos. —Susurró.
—Si...
—La médica dice que más tarde pasará por mi para hacerme unos exámenes clínicos. Al parecer son unos siete exámenes diferentes... ¿Por que tanta exageración? Yo estoy bien.
—Pero hay que asegurarse. ¿Y si te pasa algo malo? Es mejor comprobarlo y solucionarlo a tiempo.
—Supongo...
—Te amo princesa. —Le besé la punta de la nariz.
—Te amo más Styles.
—Creo que eso es imposible...—Suspire.

Narra Sophia.

Caminaba nerviosa, de un lado a otro. Alice estaría a punto de llegar. Liam me miraba divertido. ¿Se puede ser más imbécil?
—¿Que cojones es lo que te hace tanta gracia? —Pregunté lo más borde que pude.
—Tú. Pareces un león enjaulado. —Dijo riéndose.
—Pues no me hagas soltarlo. —Lo fulmine con la mirada.
—Venga Sophie, es tu mejor amiga. No sé porque tanto nervio.
—Era mi mejor amiga. ¿Tengo que recordarte lo que pasó?
—No, no hace falta. Pero exageras. Además, yo iré contigo, evitare que sucedan silencios incómodos. O al menos lo intentaré.
El timbre nos interrumpió. Le pedí a Liam que abriera la puerta y así lo hizo. Era Alice.
—Hola. —La saludó besandole la mejilla.
—Hola Liam, ¿Que tal? —Preguntó.
—No me puedo quejar. —Dijo riendo.
—Hola, Sophia.
—Hola. —Murmure sin tan siquiera mirarla.

(...)

jueves, 17 de abril de 2014

Capítulo 54. SEGUNDA TEMPORADA.

Narra Amber

Seguía en la bañera con Zayn. Se empeñó en que nos quedaramos tumbados allí, juntos. La verdad era más que relajante.
Todo estaba muy tranquilo hasta que mi teléfono comenzó a sonar desde el lavabo. Iba a levantarme para cogerlo pero Zayn me lo negó.
—No lo cojas, por favor. —Pidió y me dió un beso en el cuello.
—Malik...
—¿Porfavor?
—No podemos quedarnos aquí para siempre.
—Pero sí hasta que nuestra niña nos necesite y no nos quede otra que salir.
Yo sólo asentí. Ya no me quedaba ni pizca de dignidad, ni de fuerza de voluntad. Ambas cosas pertenecen a Zayn Malik desde el día en el que lo conocí. 

FLASHBACK

—Ey, aquel chico te está mirando. —Dijo Nessa. Me giré para comprobar que, efectivamente, un chico moreno me estaba analizando de arriba a bajo.
—¿Debería preocuparme? —Me reí.
—Quién sabe, puede que sea un pervertido o algo así... —Dijo mirándolo. —¿Le digo que te haga una foto? Le durará más.
—Vanessa!—Le di un codazo.
—Pues díselo tu. Y de paso que me presente a sus amigos... Que no están nada, nada mal... —Levantó una ceja.
—Estás loca. —Sentencie.
—Chicas, tenemos las entradas. —Dijo Claire.
—Paso de subirme a esa montaña rusa. —Dije.
—Pues yo si que me subo. Esperanos aquí, que ya nos conocemos. —Dijo Nessa y se fue con las chicas.
Rodé los ojos y me apoyé en el muro más cercano. Esta montaña rusa dura casi diez minutos, ¿enserio tengo que esperar tanto?
Miré a mi alrededor y ví un puesto de algodón de azúcar. Me entró directamente por los ojos y sentí la necesidad de comerlo.
Caminé hasta allí y ocupe el último lugar de la cola.
—Hola. —Dijo una voz ronca detrás de mi. Una voz de hombre, muy sensual. Me giré y reconocí al chico que me observaba minutos antes. Tenía una sonrisa arrebatadora.
—Hola. —Le sonreí de la mejor forma que pude.
—Algodón de azúcar, ¿eh?
—Si, me apetece comer algo dulce. —Dije, e inmediatamente después me arrepentí. ¿He sonado como una psicótica?
—Hay muchas cosas dulces por ahí. —Murmuró sonriendo.
—¿Algodón de azúcar señorita? —Pregunto el vendedor. Iba a contestar cuando...
—El más grande que pueda hacer. —Dijo el chico.
—¿Qué? —Dije.
—Ya te invito yo.
—No es necesario. Yo tengo dinero...
—Quiero invitarte. —Me interrumpió.
Menudo mandón debe de estar hecho este. Cállate conciencia, va a invitarme y es muy mono. Ni siquiera sabes su nombre.
—Aquí tiene. —Dijo aquel hombre entregandome el algodón de azúcar. El chico pagó y abandonamos la cola.
—Gracias. —Dije.
—Zayn. —Me extendió la mano.
Valla, hasta el nombre tiene sexy.
—Amber. —Se la tomé sonriendo.
—¿Te apetece dar una vuelta por el parque?
—He venido con unas amigas... —Miré hacia la montaña rusa. —Pero si, vamos. —¿No dicen que tengo que buscarme a algún chico? Pues la próxima vez que tengan más cuidado con lo que piden.
—¿No te meterás en un lío?
—Claro que no, ni siquiera notarán que falto. —Dije riendo.
—¿Quién no podría notarlo? —Dijo, más para él que para mi.
—Al parecer tú si. —Dije con cierto humor en mi tono de voz.
—Pues si, lo siento si te incomode pero... No podía quitarte los ojos de encima. —Dijo y mis mejillas se pusieron de todos los colores.
—Y... ¿Te apetece montar en alguna atracción? —Dije para cambiar de tema.
—Quizás en la casa encantada. —Dijo y ambos comenzamos a caminar.
—Ni loca. —Me reí.
—¿Por qué? ¿Tienes miedo de unos imbéciles disfrazados de "escalofriantes monstruos"? Pero porfavor, si a la última vez que entré ví a la niña del exorcista pintandose las uñas.
—¿Qué? —Solté una carcajada.
—Te digo que si. La tipa me miró, me lanzó un brazo de goma y siguió con lo que estaba haciendo. Eso no da miedo, vamos. —Me cogió la mano.
Ya sé que es algo insignificante pero me puse sumamente nerviosa cuándo lo hizo.
Durante el camino me estuvo contando alguna que otra anécdota interesante. Sentía que me iba a dar un infarto de la risa.
—Pero eso no es lo mejor... —Continuo.
—¿Entonces? —Pregunté verdaderamente intrigada.
—Se acercó a mi y me dijo... "Ey guapo, ¿tienes novia?" —Puso voz chillona, lo que me hizo reír.
—¿Que hiciste?
—Tuve que decirle que sólo salgo con mujeres.
—JAJAJAJAJA. Por dios, como se te ocurre, te hubieras visto muy bien acompañado por una novia travesti.
—Por muy tentadora que parecía la oferta, me decidí por no aceptarla, lo que está bien. Si le hubiera dicho que sí, ahora no estaría aquí, contigo. Lo cuál hubiera sido un gran error.
—Yo... —Me estaba muriendo de la vergüenza. —Hemos llegado. —Dije para cambiar de tema.
—Ya veo... ¿Vamos? —Me tendió la mano.
—Creo que necesitaré algo más que tu mano cuando estemos ahí dentro. —De nuevo, ¿he sonado como una pervertida?
—Soy todo tuyo. —Se encogió de hombros y pasó su brazo por mis hombros. —¿Así mejor?
—Si... —Sonreí.

FIN DE FLASHBACK

—¿En que piensas? —Preguntó Zayn.
—En cómo nos conocimos. Fue un poco extraño, ¿no?
—¿Extraño? No, no te creas.
—Respondeme a algo, y respondeme con la verdad. —Asintió. —¿Que fue exactamente lo que hizo que te fijaras en mi?
—Toda tú. —Dijo con naturalidad.
—Venga ya, responde.
—Es enserio. Te ví riéndote con tus amigas y... No sé. Simplemente no pude dejar de mirarte. Cuándo ví que te quedaste sola aproveché la situación y bueno, aquí estoy, contigo, desnuda en una bañera. Y con una niña hermosa ahí fuera. Y pensar que querías liarme con un travesti...
—Aún recuerdo eso, creo que no me he reído más en mi vida.
—¿Te hizo gracia de verdad?
—Pues claro, ¿como no me iba a hacer gracia? El simple hecho de imaginarme la situación ya me hace mondarme. —Dije riendo.
—Bueno, la próxima vez que me encuentre con ese travesti os presentaré. Tendréis que luchar por mi y seré para quién gane.
—No necesito eso.
—¿Ah, no? —Sonrió maliciosamente.
—Noooo. Tu ya eres mío. —Me giré un poco y lo besé.
De nuevo, mi móvil comenzó a sonar.
—Esta vez si que lo voy a coger. —Dije, me enrolle en una toalla y fuí a ver. Era Harry.

(...)

Capítulo 53. SEGUNDA TEMPORADA.

Narra Harry

Los segundos parecen minutos, los minutos parecen horas, las horas parecen dias. Ya no aguanto más sin tener noticias de Babi.
—¿Se sabe algo sobre el estado de Bárbara Palvin? —Le pregunté a uno de los médicos. Este negó con la cabeza y continuó con su trabajo.
Yo por mi parte volví a desesperarme. ¿Que mierda estaba ocurriendo?
—¿Harry Styles? —Pregunto una enfermera.
—Si, soy yo. —Me levanté de la silla y la seguí hasta un despacho. Una vez allí, tomé asiento y pregunté. —¿Como está Babi... Digo, Bárbara?
—Hemos detectado una anomalía genética en su estructura molecular.
Me quedé mirándola con cara de circunstancia. ¿Que cojones acababa de soltar?
—¿Como está Bárbara? —Repetí.
La enfermera, o médica, la verdad no me interesa, rodó los ojos mientras negaba con la cabeza.
—Hemos detectado un posible cáncer de útero. —Dijo sin rodeos.

Narra Eleanor

—Mi sitio está contigo y con Troy. Si tu crees que debemos irnos, nos iremos. Me da igual dónde estamos si seguimos juntos los tres. —Dije.
—¿Segura?
—Claro que sí. —Sonreí.
—¿Hacemos una cena de despedida con los chicos? Los echaré de menos...
—Y yo... No sé como decírselo a Babi.
—Porcierto, ¿como estarán ella y Harry? Hace bastante tiempo que no hablamos.
—Lo mismo te digo.
—Los llamaré. —Cogió el móvil.
—Pon el altavoz. —Pedí.
"El teléfono al que llama no está disponible en este momento. Por favor, inténtalo de nuevo más tarde"
—Llama a Babi. —Dije.
—Era Babi, llamaré a Harry... —Hizo una pausa. —Ya suena... Hola bro... ¿Que?... No, eso no es posible... Harry, calmate, no te entiendo... —Abrió los ojos y me miró. —Ca-cancer... Vamos para allá.
—¿Que pasa? —Pregunté asustada.
—Babi... Se mareo y Harry la ha llevado al hospital. Ha perdido a su bebé y le han diagnosticado... Cancer... De útero...
—No. No. Babi no.
—Els...
—¡No! ¡Babi no puede tener cancer!
—Aún no es seguro, las probabilidades de que lo tenga son de un 85%, hay un 15% de probabilidadades de que no lo tenga.
—¿Estás de broma? Pero si eso no te lo crees ni tú porfavor. Quédate con Troy, voy al hospital.

Narra Niall

Hacía zapping en la televisión. Estaba demasiado deprimido y sólo como para salir. No tenía ganas de nada, la luz del sol parecía más bien molestarme. ¿Que más da? ¿A quién le importo? A nadie.
Ariana no dejaba de llamarme y yo no dejaba de ignorarla. Para que mentir, no quiero ni puedo decirle "Ey, que te dejo, que no te quiero, estoy enamorado de otra".
Ya se cansara de mi. Es lo que quiero, que todo el mundo se canse de mi y me dejen vivir tranquilo encerrado en casa. Sería lo mejor para mi y para todos.
Ya me había aburrido de ver siempre lo mismo, asinque, apagué la televisión y me acosté en el sofá, sabiendo perfectamente que no sería capaz de conciliar el sueño.
Mi móvil comenzó a sonar. Harry. Alguien se acuerda de que existo, al parecer.
—Hola. —Gruñi.
—Niall, estoy en el hospital, necesito que vengas, por favor. Babi está mal, no me falles te lo suplico.. —Dijo sollozando.
—Voy para allá. 

Narra Alice

Recibí un mensaje de un número que no tengo en la memoria del teléfono. Lo abrí, al parecer era de Harry.
Alice, me han dicho que estás en Los Ángeles. Babi está mal, estamos en el hospital. Por favor, ven a verla, puede que no tengas la oportunidad de volver a hacerlo... Harry.
Llamé rápidamente a Sophia. Necesitaba averiguar a que se refería Harry con eso de "puede que no tengas la oportunidad de volver a hacerlo"
—¿Hola?
—Sophia, soy Alice. No cuelgues.—Me apresure a decir. —Es importante. He recibido un mensaje de Harry, Harry Styles. Dice que está en el hospital con Babi y que esta está mal. ¿Que ocurre?
—La verdad no tengo ni idea...
—¿Dónde está el hospital al que vais siempre?
—No sabría indicarte desde aqui. Mejor ven... A casa... Iremos juntas.

(...)

Capítulo 52. SEGUNDA TEMPORADA.

Narra Amber

La niña me despertó. Miré la hora, las siete de la mañana. Me levanté de la cama y la tomé en brazos. No había dormido demasiado bien. Me hubiera gustado que Malik se hubiera quedado conmigo, pero, como siempre, su honor de macho alfa peligraria si se mostrara débil ante mi hermano. Valla dos cabezotas.
Una vez terminé de alimentar a Eiza, volví a dejarla en la cuna y me acosté, pero no para dormir. Estaba segura de que no podría conciliar el sueño.
Aún desde la cama, miré a través del gran ventanal. Las luces de los rascacielos se veían tenues. El sol empezaba a amenazar con hacerse presente.
Me levanté y salí a la azotea. Llevo un año en Los Ángeles y ni siquiera he ido a los lugares más transitados.
Tras las casas de este pequeño barrio al este de Los Ángeles, la gente camina rápidamente a través de las avenidas, con sus maletines, vendiendo algún que otro periodico... De repente siento ganas de ser una de esas personas. Todo parece tan... Tan hermoso desde aquí.
Veo los faros de un coche entrar en la calle. Se para frente a mi casa y un chico se baja de él, Zayn.
—¿Estás despierta? —Pregunta sorprendido.
—Sube. —Susurro-ordeno.
El me dedica una sonrisa y comienza a gatear hasta llegar frente a mi.
—¿Que hacías aquí?
—Me he despertado temprano. ¿Por qué has venido a estas horas?
—Quería amanecer contigo. —Me besó.
Le abrace fuertemente y clave mi cara en su cuello. Cuanto lo he extrañado. Ese olor a hombre, a perfume y... Y a Zayn. Es el más exquisito del mundo.
—Podemos ver el amanecer. —Susurre frente a sus labios.
—Me encantaría. —Me abrazó desde la espalda y ambos clavamos nuestras miradas en el horizonte, adornado por los gigantes rascacielos. El clima era cálido, se sentía muy bien estar ahí y en los brazos de Zayn.
—He pensado que podríamos pasar la mañana en Ocean Drive. —Susurró en mi oído.
—¿Ocean Drive?—Asintió. —No lo sé, no quiero dejar sola a Eiza...
—Sólo será por unas horas, no le pasará nada amor.
—¿Y si llora? ¿Y si me necesita?
—Si llora Logan se encargará de ella. Si te-o nos- necesita volveremos como una bala, te lo prometo.
—No lo sé Zayn... ¿Podría ser al atardecer? Normalmente duerme plácidamente a esas horas.
—Bueno, como te venga mejor. —Besó mi hombro. —Quiero que vuelvas a casa, tenemos algo pendiente futura señora Malik.
Me giré y lo miré de frente. Su sonrisa era juguetona, demasiado. Me reí y pasé mis brazos por su cuello.
—Te necesito. —Dijo pegandome completamente a su cuerpo.
Ya veo porque me necesitas, ya.
—Esta usted muy... Activo esta mañana, señor Malik.
—No juegues conmigo preciosa.
—Me gusta jugar contigo. —Acaricie su suave pelo negro.
—Lo he notado. —Murmuró sobre mis labios. —Quiero hacerte el amor, ahora. —Gruño en mi oído. Me hizo enroscar mis piernas en su cintura y me llevó a la cama.
—Pero que mandon. —Me reí.
No contestó, simplemente se limitó a besarme ¿besarte o devorarte los labios?.
—Por muy tentadora que suene su oferta... No podemos.
—¿Por qué?
—Eiza, Logan, Zack, Mike. ¿Te parecen pocos los motivos?
—Dios Amber, me tienes desesperado. Vamos a casa.
—No, no podemos. Has esperado...
—Siete meses.
—Has esperado siete meses, puedes esperar unas cuantas horas, o unos cuantos días.
—No, no puedo. —Se mordió el labio. —De verdad, no sabes lo loco que me tienes. —Alzó las cejas—¿Y si nos damos un baño?
—¿Un baño?
—Estaría bien. Nos llevamos el Walki para asegurarnos de que la niña estará bien y ya está. —Volvió a cogerme en brazos.
—Está bien. —Rodé los ojos.
—¿Has vuelto a tomarte la píldora? No queremos que Eiza tenga un hermanito tan pronto.
—Si, tranquilo señor mandón.

(...)

Narra Babi

Iba bajando las escaleras de casa cuando sentí un mareo. Iba a caerme pero gracias a dios pude apoyarme en la barandilla antes de que eso pasara. Bajé dos escalones más y volví a aferrarme a la baranda. Sentía punzadas horribles en los ovarios.
No pude aguantar más, todo se volvió negro y yo caí al suelo, rodando por las escaleras.

Narra Harry

Llegué a casa con más ganas que nunca de estar con Babi, el día había sido agotador. Abrí la puerta y me encontré con algo escalofriante. Babi estaba tirada en el suelo, junto a las escaleras y dos charcos de sangre.
Me acerqué a ella en cuanto salí de mi trance. No daba en sí, asinque decidí que llevarla al hospital sería lo mejor, y así lo hice.

(...)

domingo, 13 de abril de 2014

Capítulo 51. SEGUNDA TEMPORADA.

Narra Harry

Escuché la puerta principal cerrarse bruscamente. Salí de la cocina y fuí a ver que pasaba.
—Lo siento, esta puerta es muy ligera y no controlo bien. —Dijo Babi.
—Pensé que una pandilla de ladrones habían entrado a robar o algo por el estilo. Deberias considerar apuntarte al lanzamiento de martillos, con esa fuerza...
—Harry. —Se cruzó de brazos.
—No te enfades. —La abrace.
—Últimamente tengo muchos cambios de humor.
—El embarazo. —Dije sonriendo.
—Hagamos algo juntos, quiero estar contigo. —Se abrazó a mi con más intensidad.
—¿Que te apetece?
—No sé, algo que no requiera salir de casa. Me siento un poco mareada.
—Pues... Tarde en el sofá. ¿Te apetece?
—Si. —Me besó.
—Pues vamos allá. —La cogí en brazos y la llevé hasta el sofá. Le dejé en el asiento y me senté a su lado. Le pasé un mechón de su pelo por detrás de la oreja y le besé la frente. —¿Que me has hecho? —Pregunté.
—¿Que te he hecho...?
—Para enamorarme de esta forma, a veces me incluso me llega a asustar Babi. Eres lo más importante para mi pequeña, aunque tu no te des cuenta de ello.
—Si que me doy cuenta Styles. Además, tengo la sensación de que te controlas estando conmigo. No soy ningún bebé Harry.
—Pero llevas uno dentro, uno tuyo y mío. Con nuestros genes, será el bebé más guapo del universo.
—Si sale a ti si. —Me acarició la mejilla.
—Te equivocas princesa. Si sale a ti. —Le besé la mano. —Ven conmigo. —Abrí los brazos y la estreche entre ellos.

Narra Sophia

—¿Quién es? —Preguntó Liam.
—Es... Alice. —Lo miré. Él fruncio el ceño.
—¿Alice...?
—Si, justo la Alice que estás imaginando. Dice que quiere quedar conmigo para hablar.
—¿Y que vas a hacer? ¿Quieres verla?
—No lo sé y no lo sé. Estoy muy confundida respecto a Alice. Se marchó, nos olvidó durante un año completo y ahora de repente...—Suspire. —Ni idea...
—Si no la escuchas nunca lo sabrás.
—¿Crees que merece la pena darle una segunda oportunidad? Con todo lo que le hizo a Niall... No me atrevo a verla. Creo que voy a responderle que no, que se olvide de mi.
—¿Estás segura?
Me quedé mirando a Liam-liante-Payne en silencio. Es un estúpido. Por su culpa ahora tengo la cabeza como un bombo.
—Sé que estás pensando que soy un rallamentes y a saber que otras barbaridades. Recuerda nena, antes de juzgar, escucha. No sabes que ha pasado realmente con Alice. Almenos deja que te lo explique, ¿no?
—Tengo que pensarlo bien antes de darle una respuesta.
—Pues mientras piensas... —Alzó una ceja y puso cara de pervertido.
—¿Que se le está ocurriendo Peine?
—Cosas malas. —Se tiró encima mía.

Narra Louis

Ahora siento mi vida completa. Tengo a Els y a Troy conmigo, tengo un buen trabajo y a ningúno les faltará de nada. Me gustaría formalizar las cosas con Eleanor pero no me atrevo a preguntarle. ¿Y si me dice que no?
Además, quiero volver a Inglaterra. Este aire americano no es para mi. Prefiero mil veces una chimenea, un té y el frío londinense.
Justamente, Els bajó las escaleras, sacandome de mi discusión interna.
—Ya Troy se durmió. —Se sentó a mi lado en el sofá. —¿En que piensas?
—En volver a casa. —Solté.
—Estamos en casa. —Dijo frunciendo el ceño.
—Me refiero a Londres.
—¿Londres?
—Así es. Quiero volver a mi vida de antes. Vine aquí persiguiendo mi sueño de ser cantante, sueño que se esfumó con el estudio. ¿De que me sirve quedarme? Este no es mi sitio. —Els se quedó callada.—¿Que opinas tú?
Me miró dudosa y soltó un pequeño suspiro.
—Yo la verdad... Vine a Los Ángeles por lo mismo que tú. La diferencia entre tu y yo es que yo pienso que aún no está todo perdido, que podemos conseguirlo Lou.
—Els, se realista. Con Troy todo se complica. No podemos abandonarlo para intentar sacar adelante nuestras carreras como artistas. Yo al menos no pienso hacerlo.
—Ni yo Lou... Pero...
—Els, no le des más vueltas. Sólo dime si o no. Si tu te quieres ir, nos vamos. Si no, nos quedamos. ¿Que dices?
—Yo...

(...)

lunes, 7 de abril de 2014

Capítulo 50. SEGUNDA TEMPORADA.

Narra Zayn

—Lo sabía. —Mascullé. —Debí suponerlo.
—Lo siento, no he podido evitar que subiera. —Dijo Logan a mis espaldas.
—Dejarnos solos. —Dije.
Babi y Logan abandonaron la habitación, no sin antes decirle a Amber que estarían fuera si los necesitaba. ¿Pensaban que iba a matarla o algo? Porfavor. Estaba cabreado, pero tampoco podría hacerle daño.
En cuanto se marcharon, cerré la puerta detrás de mi y eché el cerrojo. Amber dejó a la niña en la cuna y se puso frente a mi para encararme.
—¿Que haces aquí? —Preguntó.
—Vine a hablar contigo y escuche a la niña llorar. No puedo creer lo que has hecho. —Intenté acercarme a la cuna, pero Amber no me lo permitió.
—No te acerques a mi hija.
—A nuestra hija, dirás. Sabes que lo que hiciste es un delito, ¿no?
—¿Me vas a denunciar ahora?
—No te digo que te valla a denunciar. Lo único que te dejo muy claro es que no voy a renunciar a mi hija. Si tú no me dejas verla pediré la patria protestal y no creo que me la nieguen.
—¿Me estás diciendo que me vas a quitar a mi niña? —Preguntó con cierto humor en su tono de voz.
—No sé que te hace tanta gracia.
—Antes de dejar que me quites a mi hija, te mato. Te juro que te mato. Y sal de mi habitación que no quiero verte.
—¿Serías capaz de matarme?
—Sería capaz de cualquier cosa.
Me pasé las manos por el pelo, exasperado. Estaba empeorandolo todo entre ella y yo.
—Y porque no mejor nos olvidamos de todo. —Le cogí las manos. —Olvidemoslo todo y empecemos de nuevo. Amemonos de nuevo como antes, por favor. —Junte nuestras frentes. —Por favor, por favor. Por la niña. —Dije desesperado. —Regresa a mi, no me resigno a perderte Amber.
—Zayn...—Intentó zafarse de mi.
—Déjame intentar recuperarte. —La interrumpí. —Yo sé que crees que te engañe pero te juro que no, te lo juro por nuestra hija. Tienes que creerme mi amor.
—Yo... No, no, no, no. —Se apartó de mi.
—Amber.. —Me senté en la cama completamente destruido.
—Es que... Es que no quiero perdonarte. No quiero pero... Vienes, me dices esto y yo me lo creo. Me lo creo y vuelvo a derretirme frente a ti. Y así funciona nuestra relación. Me has quitado la dignidad, el orgullo y todo. Hasta el corazón..
Me levanté y camine hasta quedar frente a ella. Le seque las lágrimas.
—No quiero hacerte más daño. —Dije.
—Me haces más daño estando lejos de mi que estando cerca. —Susurró.
—No soy perfecto, no soy la mejor persona del mundo pero... Pero sólo sé que te amo demasiado como para hacerte daño. Puede que a veces te lo haga sin siquiera darme cuenta pero...
—Cállate. —Dijo y me besó.
Ese beso fue para mi como cuándo tú madre dice que te ha preparado tu comida favorita. Cuándo te despiertas temprano un sábado y te das cuenta de que puedes seguir durmiendo el tiempo que quieras. Como cuándo te cambias al lado frío de la almohada en verano. Como cuándo quieres hablar con alguien especial y encuentras una red WiFi gratis en la calle.
Simplemente me devolvió a la vida.
—Me gustaría poder decirte que no te amo, que te quiero fuera de mi vida pero... Ya me he hecho bastante daño a mi misma. Simplemente quiero estar contigo, aunque eso me mate. Moriría feliz. —Dijo.
Cerré los ojos y junte nuestras frentes de nuevo. Una ola de alivio, paz, tranquilidad, alegría y amor me inundó por completo.
—Te prometo que no te fallare. —Dije completamente perdido en sus ojos,  esos tan azules como el agua de las playas de Bora Bora, esos que me vuelven completamente loco.
—Eso espero. —Me abrazó y yo la recibí de buena gana.
La recoste en la cama y la besé. Me hubiera gustado hacerla mía en ese preciso instante pero... No estábamos en casa y nuestra hija estaba allí. Me limité a abrazarla fuertemente, como si alguien pudiera arrancarla de mi lado y yo quisiera evitarlo.
Así pasamos como media hora que parecieron 10 minutos. Abrazados, besandonos. Siendo porfin felices, juntos.
Al cabo de un rato la niña comenzó a llorar.
—Ya es su hora de comer. —Dijo Amber cogiendola en brazos.
—Es lo más hermoso que he visto en mi vida. —Dije observandola.
—Eiza. —Sonrió.
—Por favor, déjame cargarla. —Pedí.
—Pero sólo un momento, tiene que comer. —Dijo y la dejó en mis brazos. —Sujetale la cabecita. Así.
—Hola Eiza. Soy tú papá. —Dije y le besé su pequeña y chatita nariz.
—Se parece a ti.
—Tiene tus ojos. —Sonreí.
Besó mi hombro y se apoyó en él.
—Ojalá nada estropee esto.—Dijo.
—Eso no pasará. Mientras nuestra hija y tú estéis conmigo no ocurrirá nada. Te lo prometo.

(...)

domingo, 6 de abril de 2014

Capítulo 49. SEGUNDA TEMPORADA.

Narra Niall

—Ho-Hola. —Respondí.
—Siento aparecerme así, sin avisarte ni nada... Es que... Perdí vuestros números de teléfono.
—Imagino, con todo eso de que eres famosa... —Bufe.
—Veo que estás enterado... Niall, yo... Quiero hablar contigo de lo que pasó hace ya un año...
—Lo único que sé es que te acostaste conmigo y te marchaste sin decir adios. Nos dejaste tirados en el peor momento de nuestras vidas... —Respire hondo. —Marchate de mi casa, no quiero verte más.
—¿Estás seguro?—Preguntó, una lágrima estaba cayendo por su mejilla.
—Si. —Mentí. —Adios. —Abrí la puerta.
—Está bien... Adios Niall. Sólo quiero que sepas que él amor que sentía por ti sigue intacto. Nunca te olvidaré. —Dijo y se marchó.
Ya no me apetecía ir a casa de Sophia, no me apetecía nada. Sólo morirme. Yo también la amo, ahora más que antes. Es el orgullo el que no me permite acercarme a ella. El orgullo y... Ariana. Sólo fue una vía de escape, un intento fallido de olvidar a Alice... Tengo que dejarla antes de hacerle más daño. Después de todo mi destino si será quedarme sólo.

Narra Babi

Mi vida es MUCHÍSIMO mejor desde que Harry se enteró de mi estado. Me trata como si fuera de la realeza, y si, me gusta que me mime y me consienta. No me importa admitirlo. Y es que sé ha vuelto el novio perfecto; romántico, dulce, dedicado... Aunque sigue conservando esa pasión que le caracteriza.
Aún no tengo ni un mes de embarazo, por lo que mi panza no ha comenzado a crecer. Aún así, este bebé es lo mejor que me ha podido pasar. Me muero de ganas por tenerlo aquí, en mis brazos.
Recibí un mensaje de Amber, quería verme en su casa. Me despedí de Styles, que por poco no me deja salir, y me marché.
La puerta de abrió prácticamente al instante de tocar el timbre.
—¿Estabas tras la puerta? —Pregunté riendo.
—Mas o menos... Babi, tienes que ayudarme. No sé que hacer...
—¿Que hacer con qué?
—Confío en ti. —Asentí. —Mi niña no murió. Sólo fue una venganza en contra de Zayn.
—¿QUE? ¿Y eso por qué?
—Subamos a mi habitación. —Dijo y tiró de mi hasta el piso de arriba. Abrió la puerta de su habitación y me dejó pasar. Lo primero que ví fue una cuna. Dentro de ella estaba la niña, dormidita.
—Ha esta niña me la como. Porfavor, que monada. —Dije.
—Sh, habla bajito, se acaba de dormir. No ha tenido una buena noche, creo que se ha puesto enferma.
—Deberías llevarla al médico.
—Iba a hacerlo pero la fiebre se le ha bajado. —Se sentó en la cama y yo imite su acción.
—Cuéntame lo de Zayn.
—El... Bueno... Creo que él me engañó con Kendall.
—¿Crees?
—Si... Yo lo ví besarla. Él insiste en que no pasó nada, dice que fue ella quien lo besó y que él se apartó y llamó a mi primo para ver dónde estaba.
—¿Y es cierto?
—Si. Me ha enseñado la llamada incluso.
—Pues ya está. Francamente, no creo que Zayn haya sido capaz de hacerte eso... Dale una oportunidad y cuentale que vuestra hija vive. Harry me ha contado que se la pasa de esquina en esquina, con la mirada pérdida. Apenas come y duerme.
—No sé que hacer...
—Habla con el. Dile que esta es su última oportunidad, que no la desaproveche. No te condenes a ser infeliz por algo que puede ser una gran mentira.
—Está bien, lo consideraré...
—Bueno, eso ya es algo. —Sonreí. —Yo también tengo algo que contarte. Aún no lo sabe nadie.
—¿Que?
—Estoy embarazada. —Dije animadamente después de hacer una pausa de expectación.
—Wow, felicidades. —Me abrazó.
Con nuestros gritos, la niña comenzó a llorar.
—Ay, lo siento. —Dije.
—No pasa nada, ha sido la emoción momentánea. —Dijo riendo y tomó a la niña en brazos.
—¿Cómo se llama? —Pregunté.
—Eiza. —Dijo meciendola suavemente. Ya se había calmado y estaba comenzando a quedarse adormilada. Es increíble la facilidad que tiene un bebé para quedarse dormido.
De repente, sin previo aviso y casi con violencia, la puerta de la habitación se abrió.
—Lo sabía...

Narra Sophia

—¿Pizza? —Sugirio Liam. Estábamos discutiendo que cenar, ya que a Niall se le ocurrió dejarnos plantados sin motivo alguno.
—Está bien, lo que te apetezca.
—No, de eso nada. Lo que le apetezca a usted señorita, usted manda.
—Enserio Payne, no tengo mucha hambre. El que se va ha poner las botas eres tú, conque decide.
—Pues pizza entonces. —Cogió el teléfono. —Voy a encargarla.
Yo por mi parte me quedé haciendo zapping en la televisión. Al ser domingo no había ninguna película buena.
—¿Tenemos alguna película en dvd?—Le pregunté a Liam.
—No, pero tengo algunas en el pen. La mayoría son de miedo.
—No quiero ver una película de miedo.
—¿Por qué? Eres una miedosa. —Se burló. —Tranquila que yo te protegere. —Dijo y me besó.
En esas, un mensaje llegó a mi móvil.

Sophia, soy Alice... Estoy en L.A. ¿Podemos vernos? Si te niegas lo comprendere...

(...)

sábado, 5 de abril de 2014

Capítulo 48. SEGUNDA TEMPORADA.

Narra Amber

Soy estúpida, debí imaginarme que el gym al que vendría Els es el mismo en el que trabaja Zayn. En menudo lío me he metido.
—Els, creo que me voy.
—¿Y eso por qué? Ahora no me vas a dejar sola Amber.
—Zayn trabaja aquí.
—¿Y qué? Mejor, ¿no?
—Hay algo que no te he contado.
—¿Que pasa?
—Zayn y yo hemos terminado y la verdad es que no me apetece para nada verlo.
—Con más razón. Debes de hacerle saber que estás mejor que nunca, que no necesitas a nadie para ser feliz. No te vas a esconder de él estando conmigo. —Me agarró del brazo. —Vaamos.
Entramos en el lobby del gym. A cada una le tocó con un instructor diferente.
—Con la mala suerte que tengo seguro que me toca con Zayn. —Masculle.
—No seas ave de mal agüero.
Nos cambiamos en el baño y cada una fue a donde la esperaba su respectivo instructor. La verdad no me sentía bien con ropa tan corta, la mayoría de los tíos del gimnasio estaban babeando por mi trasero. Ojalá tuviera a Zayn.
—Hola. —Dijo una voz masculina a mis espaldas. Me giré para ver a un chico rubio, alto y de ojos azules. —Soy Ed, tu instructor. —Me extendió la mano.
—Amber. —Se la tomé.
—Creo que mi trabajo ha terminado. —Dijo echandome un vistazo de arriba a abajo.
—Tengo que quitarme al menos tres kilos de encima. —Rodé los ojos.
—Haber, vuelta. —Me hizo girar sobre mi misma.
—Lo dicho, mi trabajo ha terminado.
—¿Podemos empezar?
—Claro, sólo bromeaba. O puede que no. —Levantó las cejas. —Ven conmigo. ¿Que quieres hacer? Máquina de correr, comba, boxeo.
—Empecemos por la máquina.
—Ok, voy a ajustartela... Te aconsejo que hagas 20 minutos corriendo o media hora caminando. Aunque si estás embarazada serían 15 minutos corriendo. No lo estás, ¿no?
—No.
—Bien, elige tu misma la opción que te venga mejor. Voy a por unas fichas que me tienes que rellenar.

Narra Zayn

—Siento llegar tarde. Han cortado la calle por la que vengo habitualmente y he tenido que dar la vuelta. —Dije de carrerilla.
—Tranquilo, Ed se ha encargado. —Dijo Marie, la administradora.
—Ya he llegado, me puedo ocupar yo.
—Habla con Ed, eso no está en mis manos.
—Hola tío. —Dijo Ed pasando justo por mi lado.
—Puedes irte a dar una vuelta o lo que te apetezca. Ya me ocupo yo.
—De eso nada, esa chica está muy bien. Además tu tienes novia, no seas avaricioso.
—¿Qué? Yo lo que quiero es el dinero. Ya quedarás con ella más tarde. —Dije y entré el vestuario. Me puse mi ropa habitual, unos pantalones cortos y una camisa de tirantas.  —¿Dónde está?
—En la máquina de correr. Es rubia y está muy buena.
—¿Nombre?
—Amber.
—¿Qué? ¿Amber que más?
—No lo sé, iba a llevarle estos papeles para que completara su información... —Ni siquiera lo dejé terminar. Salí prácticamente corriendo a buscarla. ¿Era Amber? ¿Mi Amber?
Lo era. Me acerqué despacio hacia ella. Estaba bastante concentrada en el ejercicio asinque ni siquiera notó mi presencia.
—Amber. —Dije.
Se quedó parada durante unos segundos. Se fue volteando poco a poco hasta que ambos estuvimos frente a frente.
—Creo que.. Tengo que marcharme ya. —Dijo e intentó irse, cosa que yo, porsupuesto, evite.
—Espera, necesitamos hablar.
—No tenemos nada de que hablar.
—Ah, ¿no? ¿Te parece poco el hecho de que nuestra hija halla muerto?— Hice una pausa— Me gustaría saber dónde está enterrada, para ir a visitarla...
—No me apetece hablar de eso ahora.
—Pues hablemos de por qué te has marchado así, sin. venir a cuento y como una cobarde, sin dar la cara. Yo no he hecho nada para que me hagas eso.
—Permiteme que me ria.
—¿Reírte? ¿Reírte de qué?
—Zayn, ¿que estabas haciendo la noche en la que yo fuí al hospital? Ya sabes, a tener a tu hija.
—Yo... —Recordé lo de Kendall y frunci el ceño.
—¿No lo recuerdas o qué? —No respondí. —Deja que te refresque la memoria. Te revolcaste con esa camarera, la misma por la que casi pierdo a mi niña hace un año. Y lo mejor es que mientras tanto tu hija... Se... Estaba muriendo en el hospital.
—Eso no es del todo cierto...
—Por favor Zayn, te ví.
—Haber, ella me besó y yo me quedé paralizado. Hacia mucho tiempo que no tenía ni tengo relaciones con nadie. Comprendeme.  Ella me arrastró hasta el interior de aquel bar y me quitó la camiseta. Después de eso volví en mi y  comprendí que no quería estar con nadie que no fueras tú, por eso salí de allí y llame a Logan, que me dijo que estabas en el hospital. Tienes que creerme.
—No puedo creerte.
—Pregúntale a Logan que a que hora lo llamé y echa cuentas. No podía estar con Kendall y en el hospital al mismo tiempo.
—Adiós Zayn.
—Sólo piénsalo, por favor. —Dije antes de dejarla marcharse.

(...)

viernes, 4 de abril de 2014

Capítulo 47. SEGUNDA TEMPORADA.

Narra Eleanor

Ya porfin me habían permitido volver a casa. Louis parecía muy contento con Troy. Mi bebé es una calca exacta de su padre.
Se me había quedado el cuerpo un poco deformado, asinque decidí apuntarme a un gym. Lou me comentó que Harry y Zayn trabajan en uno relativamente cerca de casa, conque decidi ir allí.
Iba de salida cuando tocaron al timbre.
—Hola. —Dijo Amber sonriendo.
—Amber. —La abracé. —Wow, no sabía que ya habías cumplido.
—Pues sí.
—Y... ¿Cómo se llama? Quiero conocerla.
—Se llamaba Eiza... Tuve complicaciones en el parto...
—Ay no. No me digas que es lo que estoy pensando.
—Pues... Es justo eso.
—Lo siento mucho.
—Yo también... Bueno, veo que ibas de salida.
—Si, voy al gym, ya sabes, para bajar calorías. ¿Te apetece venirte?
—Si, está bien.

Narra Liam

—Como lo oyes bro. —Dijo Zayn. Yo seguía con la boca abierta, sin poder creer lo que me acababa de contar.
—Pero... ¿Cómo está Amber?
—Ni siquiera lo sé. Salió del hospital, mandó a su hermano por sus cosas a casa y nunca más he vuelto a verla.
—Quizás necesite tiempo. No te desesperes.
—Supongo.. —Miró su reloj. —Tengo que irme al gym. Te confieso que no tengo ningunas ganas de trabajar. Sólo tengo cabeza para pensar en Amber y en mi hija.
—Tienes que hacerlo, o caeras en depresión.
—Gracias bro. Hasta luego.
—Adios...
Desde luego que Zayn tiene la negra. Todo lo malo le pasa a él. No se merece esto.
—¿Ya se fue Zayn? —Pregunto Sophia bajando las escaleras.
—Si... No puedo creer que su hija no se haya salvado.
—La vida es demasiado injusta. —Se sentó a mi lado.
—Es que... Si a mi me pasara eso probablemente me moriría. A perdido a su hija y a su novia. Las dos el mismo día...
—Amber debe de estar pasándolo peor. Ella ha llevado al bebé en su vientre.. Debe de ser horrible.
—Oye, ¿tu no podrías hablar con Amber?  ya sabes, pregúntale que le pasa con Zayn y eso, así el tendrá más posibilidades de arreglarlo todo.
—Liam, esto es cosa suya. No empieces a meter las narices donde no te llaman. Y por cierto, Niall y Ariana vienen para cenar.

Narra Harry

—Babi. —La llamé. —Babi. —Repetí al ver que nadie me respondía. —Babi, ¿estás bien?
Escuché la cadena del baño y después el grifo del lavamanos
—Ya salgo.
Entré sin previo aviso, se estaba lavando los dientes.
—¿Estás enferma? Te he escuchado... ¿Vomitar?
—Creo que no me ha sentado bien el almuerzo.
—¿Segura? Llevas varios dias... Extraña. Quizás deberíamos ir al hospital...
—No. —Me cortó. —Yo estoy bien. —Terminó de lavarse los dientes. —Que tengas un buen día. —Me dió un beso corto en los labios y se fue al salón.
—¿Quieres que me quede hoy contigo?
—No hace falta, de verdad, estoy perfectamente.
—Pues no te creo. —Me crucé de brazos. —¿Sabes qué? Que vamos a ir al hospital ahora mismo. —La cargué en hombros y la llevé hasta el coche.
—Harry, por favor. No me hace falta ir a ningún hospital. Lo único que me ocurre es que... Que estoy embaraza, ¿vale? Y toda la culpa es tuya. 
—Embaraza. —Sonreí. —Es la mejor noticia que me podías haber dado mi vida. —La abracé.
—Ah, ¿si? —Dijo sorprendida.
—Te dije que quería que me hicieras padre, no sé de que te sorprendes.
—No sé, es que...
—¿De cuanto estás?
—Seguramente de menos de un mes. No lo sé, aunque la última vez que estuvimos juntos fue la semana pasada. —Acarició mi pecho sobre la camiseta de tirantes blanca que tenía puesta.
—Aún no lo puedo creer. —La cargué en brazos, haciéndola reír.
—Te lo has tomado mejor de lo que pensaba. —Rozó nuestras narices.
—Te amo.
—Yo más.
—Lo dudo. —Me reí. —¿Sabes qué? Hoy me apetece quedarme en casa contigo.
—No deberías pero... Me parece bien.

Narra Niall

Estaba en casa, esperando a Ariana para ir a cenar a casa de Liam y Sop. Sonó al timbre. Me rocie con colonia por última vez y fuí a abrir.
—Voy ca... riño. —Dije abriendo la puerta. No podía creerlo.
—Hola Niall.

(...)

jueves, 3 de abril de 2014

Capítulo 46. SEGUNDA TEMPORADA.

Narra Zayn

Pasaron horas y horas y nada que se sabía de Amber. Aún estaba dando a luz a mi hija. Para colmo Zack estaba allí. Las miradas que me mandaba eran tan afiladas como cuchillos. Ya sabéis lo que dicen, si las miradas mataran...
Vi que el doctor se dirigía hacia nosotros y pegué un brinco de la silla. Saludó a Zack, Mike y Logan. Al parecer eran amigos.
—¿Está por aquí el padre? —Preguntó.
—Aquí. —Respondí rápidamente. —¿Como están mis chicas?
—Lamentablemente no hemos podido salvar a la niña. Lo siento. 
—¿Que no ha podido salvar a mi hija?
—Lo siento joven. Ha sido un parto muy complicado. La niña ha nacido muerta, no hemos podido hacer nada.

Narra Amber

No pienso volver a quedarme embarazada nunca más. Aún me duele todo. No debería quejarme, el parto ha ido bastante bien. Lo único que importa es que ya tengo a mi hija conmigo.
—Toma Amber. —Dijo el doctor Anderson entregandome a mi hija. —Las enfermeras se han encargado de bañarla y vestirla.
—Es hermosa. —Dije y le besé la palma de la mano.
—Se parece bastante a su padre...
—¿Se lo ha dicho? —Pregunté.
—Si, está destrozado.
—Eso es lo que quiero. No pueden dejarlo entrar aquí bajo ningún concepto, por favor. No quiero que nos vea ni a mi hija ni a mi.
—Amber, ¿estás segura?
—Si. Por favor, siga mis instrucciones. Haga que se valla a casa. Inventele lo que se le ocurra. Mientras tanto, mi niña y yo abandonaremos el hospital.
—Está bien, se lo comunicare a tus hermanos y a Logan. Ellos piensan lo mismo que Zayn, que la pequeña ha muerto.
Asentí y el doctor se marchó, dejándome a solas con mi niña. Era realmente parecida a Zayn.
—Tiene sus ojos. —Dijo una enfermera mirándome con cierta ternura.
—¿Disculpe?
—La niña, tiene los ojos azules, como usted, pero a la misma vez es muy morenita.
—Ya..
—Vengo a enseñarle como tiene que alimentarla y cuidarla. Además tengo que llevarmela a la incubadora, es muy pequeñita.
—Lo es... —Sonreí.
—¿Ya sabe como la va a llamar?
—Eiza, Eiza Marín.
—Un nombre precioso. Creo que le pega, no me pregunte por qué. —Sonrió. —Bien, le voy a enseñar que tiene que hacer para darle el pecho...

Narra Zayn

—Necesito ver a Amber. —Grité.
—El doctor te ha dicho que no puedes, calmate Zayn. —Dijo Logan.
—Mi hija no puede estar muerta. El ginecólogo dijo que era muy sana. No, no puede ser. Tengo que verla.
—Zayn, se te está llendo la pinza hermano. Vete a casa, ya podrás verla más tarde.
—No quiero separarme de su lado.
—No haces nada aquí. Amber no despertará hasta que pasen unas horas. Hazme caso, vete y descansa. Yo te avisaré cuándo despierte. Además, creo que Amber necesitará algunas cosas. Traeselas.
—Está bien. Avísame por favor.
—Lo haré. Vete tranquilo. Yo me ocupo de avisarles a los chicos.
—Ok, yo llamo a Liam, necesito hablar con alguien. Encargate tu de los demás.

Narra Harry

Llegué a casa, molido como de costumbre. Subí las escaleras como pude y me di una ducha rápida. Me puse unas simples calzonas blancas y bajé a cenar algo.
Sorprendí a Babi en la cocina.
—Me has asustado. Ni siquiera te he escuchado llegar. —Dijo pasando los brazos por mi cuello.
—Lo siento nena, culpa mía. —Me reí. —¿Que estás preparando?
—Unas patatas con salsa de alioli.
—Suena bien. ¿Necesitas ayuda?
—No, ya está listo. —Dijo, me dió un pico y se dispuso a servir la cena.
La notaba rara conmigo.
—¿Te pasa algo? —Pregunté.
—¿A mi? No... Toma, siéntate, cena lo más rápido posible y acuestate debes de estar agotado.
—Lo estoy... —Entrecerre los ojos. —¿Estás segura de que no me quieres contar nada?
—Ya te he dicho que no.
—Vale... Sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites... ¿Cierto?
—Si, Harry.
—Pues tenlo presente...

(...)

miércoles, 2 de abril de 2014

Capítulo 45. SEGUNDA TEMPORADA.

Narra Babi

Las cosas con Harry iban sobre ruedas. Mi padre terminó por aceptar nuestra relación y Anne nos cedió su antigüa casa, donde vivimos actualmente.
Bajé las escaleras de dos en dos. Ariana me estaba esperando fuera, iba a averiguar que tan ciertas son mis sospechas.
Llegamos a la farmacia más cercana que encontramos, compré un test de embarazo y volvimos a casa. Harry estaba trabajando asinque no teniamos problema.
—Estoy nerviosa. —Confesé.
—¿Que piensas que va a dar?
—No lo sé tía... —Dije mirando la caja insegura.
—Si no te lo haces no saldremos de dudas. 
—Tienes razón, es mejor afrontar esto.
Entré en el baño y seguí las instrucciones. Tenía que esperar cinco minutos. Si la mancha se ponía de color azul era positivo, si se quedaba blanca, era negativo.
—¿Y bien? —Preguntó Ariana desde el otro lado de la puerta.
—Aún no sale nada. Falta un minuto.
Me mordi el labio inferior. No tenía el valor de mirar aquello. ¿Y si era positivo? ¿Que diría Harry? ¿Y si no quería ser padre? ¿Y si me dejaba sola con el bebé?
Agite mi cabeza, me estaba comenzado a rayar. Tomé aire y miré el test.

Narra Amber

Fuí a una vuelta alrededor de la manzana. El médico me dijo que era bueno que caminara, para mi y para el bebé.
Estaba volviendo a casa cuando vi una actividad sospechosa en el bar que había junto al bloque...
Zayn estaba allí, hablando animadamente con Kendall. Miré mi móvil un segundo, cuando redirigi la vista hacia ellos, pude, para mi desgracia, ver que se estaban besando. Kendall cogió el cuello de su camisa y ambos entraron en el bar, sin separarse.
Me quedé simplemente allí parada, asimilando lo que acababa de ver. Quería hacer algo, ir y arañarle la cara a Zayn, cualquier cosa. Sin embargo me mantuve quieta. Me había quedado estática.
Noté un líquido recorrer mis piernas. Había roto aguas. Bien, este es el mejor momento en el que se le podría haber ocurrido nacer. Caminé hasta un parque, me senté en el banco más cercano y llamé a mi hermano Zack. Era la única persona que podía ayudarme en ese momento.
Pocos minutos después se presentó allí, me montó en el coche y condujo rápidamente al hospital.

Narra Zayn

Llegué a casa del gym más temprano de la cuenta. Amber no estaba, supuse que habría salido a pasear. No tenía nada que hacer asinque decidí sacar la basura.
Tuve la mala suerte de encontrarme con Kendall en la calle.
—Hola Zayn. —Dijo sonriendo.
—Hola. —Me limité a responder.
—¿Que tal tú vida?
—Muy bien.
—He oído que muy pronto vas a ser padre. —Pasó los brazos por mi cuello. —Has debido sentirte muy sólo durante estos meses en los que Amber no ha podido cumplirte.
—Yo...
—Sh. —Puso el dedo índice sobre mis labios. Se fue acercando poco a poco hasta que me besó. No supe como reaccionar asinque simplemente me estuve allí, parado como un pasmarote. Me agarró del cuello de la camisa y sin previo aviso tiró de mi hacia el interior del bar en el que ella trabaja.
Tenía que separarla de mi pero no podía. Kendall quería darme justo lo que mis hormonas llevaban tiempo buscando.
Bajó las manos por mi abdomen y me quitó la camiseta. Acarició cada uno de los tatuajes que tenía.
—¿Que significa este?—Preguntó acariciando la parte inferior de mi abdomen. Allí estaba el tatuaje que me hice por Amber. Fue entonces que volví en mi.
—¿Que se supone que estás haciendo? —La separé de mi de un sólo empujon. Tomé mi camiseta y salí del bar dando un portazo.
Soy un cabrón. Más que un cabrón. Lo eres.
No puedo creer que casi me halla llegado a acostar con Kendall. Dios, dios, dios. Tengo que ver a Amber.
Subí las escaleras hasta llegar al departamento. Amber aún no había llegado. Cogí el móvil y la llamé varias veces, pero, nadie me respondió.
—¿Y si le ha pasado algo? —Me autocuestioné.
Sólo una persona podría saber donde se encontraba Amber en este momento; Logan.

—¿Diga?
—Logan, soy Zayn. ¿Has visto a Amber? Hace rato que salió y estoy preocupado. Ni siquiera contesta al teléfono.
—Zayn, Amber está en el hospital. Va a tener a tu hija.
—¿Qué? ¿En qué hospital estás?
—En el central de L.A. Vente cagando leches.

(...)

martes, 1 de abril de 2014

Capítulo 44. SEGUNDA TEMPORADA.

Narra Niall

Pasaron dos semanas más. Era una tarde lluviosa de domingo. Liam y Sophia no estaban por aquí, Alice se había vuelto famosa de repente y se había olvidado de que existo y los chicos estaban con sus respectivas novias. Voy a morir sólo, con cuarenta gatos y veinte años de hipoteca por pagar. O tal vez trabajando para alguna familia rica. O de niñero de mi hermana y de los demás...
Me levanté del sofá en el que estaba tirado y fuí a la cocina. Había decidido ponerme ciego de helado de chocolate, total, soy un desastre, que me importaba engordar unas cuantas libras. Así le pondré las cosas fáciles a los niños, se escaquearan mejor de "la niñera"
Cogí la tarrina de helado más grande que encontré y comencé a enguillir. Mi móvil comenzó a sonar, sacandome de mi mundo chocolateado.

Hola Horan, soy Ariana:3 me preguntaba si te apetecería ver una peli o algo... Contesta pronto:)

Si, vente a mi casa, Sophia está de viaje y me he quedado sólo:) te espero.

Narra Amber

Me miré en el espejo del baño. Parecía que alguien me había puesto un globo semi hinchado en el estómago. Tenía casi cuatro meses de embarazo y ya se me notaba. Las náuseas habían cesado pero sentía que los dolores me daban cada vez  con más intensidad. No quería perder ha este bebé, no ahora. Lo siento dentro de mi, a veces me da pataditas. Zayn dice que será futbolista, ya que el también las siente. Yo por mi parte creo que será una niña, aunque yo prefería niño. Sea como sea hoy saldremos de dudas. Tengo cita con el ginecólogo y hay bastantes probabilidades de que se le vea el sexo.
—Date prisa Amber; llegaremos tarde. —Dijo Zayn.
Terminé de arreglarme y salí. Nos montamos en el coche de Zayn y fuimos hasta el hospital.
Como siempre me tumbe en la camilla con la panza descubierta. El médico me echó ese líquido helado y comenzó a mover aquel aparato sobre mi. Las imágenes de mi bebé comenzaron a aparecer en el monitor.
—Y bien doctor, ¿que será? —Preguntó Zayn impaciente.
—Pues según se puede apreciar en la imagen... Será una niñita.
—Si. —Dijo Zayn sonriendo.
—Te has salido con la tuya. —Me reí.
—Soy místico, en el fondo lo sabía. —Dijo con aires de superioridad.
—Claaro. —Me reí. —Y, ¿está todo bien doctor?
—Según se ve si, será una niña muy sana.
Mire a Zayn y ambos sonreimos.

Cuatro meses más tarde.

—Amber despierta. —Dijo Zayn en mi oído. Abrí los ojos lentamente.
—¿Que hora es?
—Las seis de la mañana, Eleanor está de parto. —Anunció con una gran sonrisa.
—Wow, ¿ya? Aún le quedaban varias semanas.
—Al parecer Troy tiene ganas de conocer el mundo. Vamos, te ayudo a vestirte.

Narra Sophia

El móvil comenzó a vibrar sobre la mesilla de noche. Le pegué un codazo a Liam para que contestara y giré sobre mi misma para continuar con mi hibernación.
—¿Que pasa? —Dijo Liam con voz de dormido. —¿Enserio? ¿Tan pronto? .... Ok, vamos para allá.
—¿Que pasa amor? —Pregunté incorporandome.
—¿Amor? Creo que me has partido la costilla. —Dijo sobandosela. —Es Els, está de parto.
—¿Qué? Vamos, rápido. —Me levanté de la cama.

Narra Babi

Conduje a toda prisa por las aún oscuras calles de Los Ángeles. Harry estaba conmigo, dormido. Ahora tenía un trabajo en el mismo gym de Zayn y estaba totalmente agotado.
—Vamos Styles, hemos llegado. —Dije quitandome el cinturón de seguridad.
—Ay, no sé que será de mi cuándo seas tú la que venga a parir. —Dijo y salió del coche de mala gana.
—Pues más vale que te lo vallas pensando... —Dije entre dientes. Tenía la sospecha de que pudiera haberme quedado embarazada. Aún no se lo había comentado a Harry, no quería que le diera un soponcio ni nada.
Lou andaba de un lado a otro del pasillo. Niall y Ariana, su novia, le estaban acompañando.
—Felicidades Lou. —Le dijo Harry.
—Gracias, pero Els sigue ahí dentro. —Dijo pasándose la mano por la nuca. —Lleva como dos horas y estoy desesperado.
—Tranquilo, seguro que ya no tardará. —Le animé.
Pocos minutos después aparecieron Amber, Zayn, Sophia y Liam.
—¿Ya ha nacido? —Pregunto Sophia.
—Aún no. —Respondió Niall.
Vimos las puertas del paritorio abrirse. Un médico llamó a Louis y este entró en la habitación.
—Ha nacido. —Afirme sonriendo.

Narra Eleanor

Me sentía un poco mareada. Estaba sudorosa y me dolía todo.
Los médicos continuaban diciendome que empujara. Yo por mi parte sentía que me iba a morir del dolor. Ya no podía más. Después de mi último empujón escuché el llanto de un bebé.
Me dejé caer en la almohada y cerré los ojos, tratando de recuperar la conciencia.
—Els, es hermoso. —Dijo Louis.
Abrí los ojos, Lou estaba allí, ni siquiera me dí cuenta de cuándo entró. Tenía nuestro bebé en brazos.
—Hola Troy. —Sonreí con las pocas fuerzas que me quedaban.

(...)