Capítulo 4.

Después de una larga noche, Niall, Liam y yo, volvimos a casa. Eran nada más y nada menos que las cinco de la mañana. Me quité los tacones y me dejé caer en el sofa.
—Estoy totalmente exhausta. —Dije.
—Yo igual. —Comentó Niall tirandose al otro sofá. Liam imitó su acción.
Los tres nos quedamos dormidos en el salón.
Desperté. Niall seguía dormido y Liam ya no estaba en el salón. Seguramente estaría vaciando la nevera, ya que pocas veces está en su casa. Niall y yo vivimos sólos, nuestros padres se quedaron en Mulligar, asinque, un poco de compañía tampoco nos hace mal.
Me levanté, me dí una ducha y me puse un chándal y una sudadera.
Me quité el maquillaje de la noche anterior, me dejé el pelo suelto y bajé a comer algo.
—Bu. —Dijo Liam en mi odio.
—Eres la cosa más estúpida que existe! —Le grité—Casi me matas del susto!
—Bueno, bueno. Lo siento.—Se rió—Te he preparado tus cereales favoritos.
—Gracias. —Me senté en la mesa.
No es que me extrañe esta actitud de Liam conmigo. Siempre es así cuando Niall no está delante.
Ambos desayunamos tranquilamente. Era domingo, ninguno de los dos tenía prisa.
—Sophia, llevo días queriendo pedirte algo. —Dijo Liam de repente.
—Que pasa?
—Ayer hablé con un amigo de Londres. Aparentemente se casa.
—Aparentemente?
—Si, bueno. Somos muy allegados y me suplicó que lo acompañara en la boda, al parecer no está muy animado con el asunto.
—Y eso me afecta a mi porque...
—Porque necesito una pareja.
—Yo, tu pareja?
—Si, he oido por ahí que te mueves bastante bien. —Sonrió sensualmente.
Estúpido, no vendrás a ninguna clase más de baile conmigo.
—Está bien, te acompaño porque siempre quise visitar Londres. Cuando será la boda?
—El fin de semana que viene.
—De acuerdo.
En esas, Niall apareció en la cocina. Sólo llevaba un boxer negro.
—Podrías vestirte? Estoy sufriendo contaminación visual. —Dije.
—JA JA JA. Las demás chicas no dicen eso, quieridisima Sophie. —Respondió.
—Tu hermana tiene razón Niall, por mucho que me tientes no conseguirás nada. Mejor vete a vestirte. —Bromeó Liam.
—Esto es una conspiración. —Entrecerro los ojos.
—Piensalo bien Niall. Liam y yo no podemos hacer nada juntos sin que nos gritemos. Te enterarias si fuera una conspiración. Y vete de una vez. —Le tiré un cereal.
—Voy, voy. Porcierto, viene Alice hoy? —Preguntó con un brillo en los ojos que no me gusta ni un pelo.
—Si, viene luego. Por qué? —Levanté una ceja.
—Por nada. —Subió las escaleras.
—Tú.—Señalé a Liam —Tienes algo que decirme?
—No.—Se encogió de hombros.
—Sabes que tarde o temprano me enterare no? Y sabes que te cortare las bolas por no habermelo dicho antes. Verdad?
—Eso no está bien reina, les tengo mucho aprecio. —Hizo una mueca.
—Pues ya estás avisado rey. —Me levanté y recogí los tazones en el lavavajillas. —No me mires el trasero.—Dije aún guardando los tazones. Estaba agachada, dándole una perfecta vision a Liam de mi trasero, y, ya sabemos que el no es precisamente una hermanita de la caridad.
—No... No lo hacía...
—Claaaro. Voy a buscar a Alice, tenemos que ensayar para las pruebas del Sr Timberlake. Dile a Niall que llegaremos sobre las ocho. Esto va para ti tambien, no quiero sorpresas.
—De que tipo de sorpresas hablas reina?—Preguntó haciéndose el inocente.
—Quieres que te sea más clara?
—Sería de gran ayuda.
—Bien, no quiero entrar en casa y ver a uno de los dos en el sofa, tirandose a una sin cerebro mientras escucho gemidos provenientes del piso de arriba. Entendió ahora Sr Payne?—Crucé los brazos.
—Si reina, gracias por la explicación, deberías hacerte profesora. Quien no aprendería con una así..
—Ya estoy llegando tarde... Ya sabes lo que te he dicho. Pedir comída, cenaremos aquí.
—De acuerdo. Que tengas buen día reina.
—Gracias.

(...)