miércoles, 2 de julio de 2014

Capítulo 75. Final.

Meses más tarde...

Narra Zayn

Me desperté con la alarma del móvil. Eran las ocho y media de la mañana. Amber aún continuaba durmiendo.
Besé su mejilla, me vestí y bajé sigilosamente las escaleras.
—Buenos días papi. —Dijo Eiza desde el salón.
—¿Que haces despierta tan temprano cariño? Deberías estar acostada, es verano.
—Me desperté sin querer. —Se encogió de hombros. —Tenia hambre y he bajado a comer algo.
—Voy a ir al aeropuerto a por la abuela. ¿Te vienes?
—¿La abuela Trisha?
—Claro.
—Vamos. —Dijo dando un salto.
La atrape en el aire y fuimos hasta el coche. Estuvo todo el camino cantando canciones de Beyonce -al parecer Logan es un gran fanático- y descubrí que esta niña no sólo es preciosa e inteligente, sino que también tiene un vozarron.
Algo más que ha sacado a su padre.
—Hemos llegado. —Paré el coche.
—¿Y la abuela?
—Seguramente nos estará esperando dentro. Vamos preciosa. —Me bajé del coche y ella me siguió.
Vi a mi madre saliendo por la puerta principal del aeropuerto, junto a mi hermana Emma.
En cuanto las vio, Eiza echó una carrera y se les tiró encima.
—Princesa, estás enorme. —Dijo mi madre.
—Y preciosa. —Añadió Emma.
—Igual que la panza de su madre. —Dije yo riendo y las abracé.
—Bebé, te he extrañado mucho. —Dijo mamá.
—Y yo a ti, me habéis echo mucha falta.
—¿Y Amber? —Pregunto Emma con Eiza en brazos.
—En casa, la he dejado dormida. No es bueno que ande de un lado para otro. ¿Nos vamos?
—Vamos. —Dijo mamá con una sonrisa enorme.
—¿Y papá...? —Pregunté dudoso.
—No te preocupes por él cariño. Prometió que vendría, sé que lo va a cumplir.
—Eso espero...
Guarde el equipaje de ambas en el coche y nos pusimos en camino a casa.
—Zayn, me está llamando Amber. —Anunció Emma.
—¿Qué? Contesta, rápido. —Pedí.
—Hola Amber... ¿Qué?... Nos quedan unos diez minutos de camino... Si... Si, el de siempre... Ok... Tranquila eh... Vale... —Colgó. —Vamos al hospital centraI de L.A. —Dijo.
—¿Que pasa? —Pregunté.
—Que Amber está de parto. —Dijo sonriendo.
—¿Ian va a nacer? —Preguntó Eiza.
—Así es princesa. Ya viene tu hermanito. —Le dijo mi madre.
Yo lo único que pude hacer fue pisar el acelerador. Necesitaba estar en ese hospital lo antes posible.

Narra Harry

El teléfono no paraba de sonar. Me levanté refunfuñando de la cama y lo cogí.
—¿Diga?
—Harry, soy Zack, el hermano de Amber. Te llamo para avisaros de que está de parto.
—Wow, ¿tan pronto?
—Si, se le ha adelantado varias semanas.. ¿Puedes avisar al resto?
—Claro, llámame en cuanto nazca Ian, ¿de acuerdo?
—Vale, hasta luego. —Colgó.
Miré a Babi, que seguía dormida. Es increíble la facilidad de esta mujer para dormir.
Fui repartiendo numerosos besos desde su cuello hasta su oreja, a la que le di un pequeño mordisco.
—Déjame, quiero dormir... —Dijo enfurruñada.
—Nena, son las 10 de la mañana. Hay que levantarse.
Giró sobre sí misma y me miró.
—Sólo tú eres el culpable de mi estado. Estoy agotada.
—Lo siento. —Dije con una sonrisa triunfal. —Aunque en realidad no lo hago.
—Lo sé. —Se levantó de la cama y se estiró, dejándome ver un gran ángulo de su cuerpo. Tan sólo tenía puesta la ropa interior. —Deja de mirarme. —Dijo aún de espaldas.
—¿Yo?
—Si, tú. Ve a hacerle la papilla a Edward. Seguro que está hambriento.
—A la orden.

Narra Sophia

—¿Que hacemos entonces? ¿Dejamos a las niñas con Niall y vamos al hospital o que?—Pregunté.
—Si quieres quédate tu aquí con ellas y yo voy. De todas formas Ian aún no va a nacer así que...
—¿Cuánto tiempo llevan en el hospital?
—Apenas unas cuantas horas. Tu tardaste doce.
—Si, las doce horas más largas de mi vida. Ve tu entonces, avisa en cuanto Ian saque la cabeza.
—De acuerdo. —Me besó.
Me pasé el resto de la tarde jugando con las niñas. La verdad, no tenía mucho que hacer.
Ya casi era la hora de cenar y aún no sabía nada, ni de Amber, ni de Ian, ni de Liam.
Justo le estaba mandado un whatsapp cuándo me llamó.

Narra Amber

Me sentía fatal. Me dolía todo el cuerpo. Abrí los ojos, estaba en la habitación del hospital. Zayn estaba dormido en el sillón de enfrente.
—Zayn. —Le llamé, pero estaba roque. —Zayn. —Le tiré un cojín y abrió los ojos espantado.
—Amber. —Se levantó y se sentó junto a mi en la cama. —¿Cómo estás?
—Me duele todo... ¿Dónde está Ian? No recuerdo nada de lo que pasó durante el parto.
—Está en la incubadora, ya que salió antes de tiempo. Nos lo traen mañana.
—¿Y por qué no recuerdo nada?
—Porque te desmayaste. Hubo algunas complicaciones pero ya todo está bien.
—Tu estuviste allí... ¿No?
—Si. —Dijo sonriendo. —Yo le corté el cordón mientras tu dormías como una marmota.
—No te burles. No tienes ni la menor idea de lo mal que se pasa... —Hice una pausa— ¿Como es?
—Moreno y de ojos claros.
—¿Como Eiza?
—Se parecen mucho, la verdad.
—La próxima vez te quedas embarazado tu, ¿vale guapo? Que eso de poner la semilla y desentenderte no es justo.
—No me he desentendido. He estado recogiendote el pelo mientras potabas durante nueve meses. —Dijo, haciéndome reír.
—Anda, duerme conmigo. —Me hice a un lado.
—¿No te molestare?
—No. —Susurre.
Más rápido de lo que pensé estaba sin camiseta, tumbado junto a mi y rodeandome con sus brazos.
—Te amo. —Dijo.
—¿Sabes? Yo a ti también.
—¿Que te parece si volvemos a Londres? Ya estoy cansado de tantos americanos. —Dijo riéndose.
—Me parece bien. Podríamos volver con los  demás, todos son de allí. Volveríamos a estar todos juntos. Bueno, excepto por  Liam y Sophia, que se van a Sidney para tomarse unos meses sabáticos.
—Esa es una buena idea. ¿Crees que Vane me habrá echado de menos?
—Sospecho que no.. —Me reí.

-

Bueeeeeeeno. Empecé por Zamber, acabé por Zamber, lol.
La cosa es que todos se vuelven a sus respectivas vidas en Londres, Sophiam también, obviamente después de ese pequeño descanso en Australia.
Gracias por haber seguido esta novela, me lo he pasado bien escribiendo pero bueno, hasta aquí llegó.
Realmente no sé si empezaré otra o no, me han pedido hacer una de cada uno de los chicos, es buena idea pero aún no hay nada claro, si acaso avisaré por Ask:
http://www.Ask.fm/becabensonmalik (también podéis usarla para preguntar las dudas que os hayan surgido. Realmente no he acabado como me gustaría pero tenía prisa por terminarla por algunos problemas personales)
O por tuenti, Bëcä Mälik.
Twitter: @becalondon

viernes, 20 de junio de 2014

Capítulo 74. SEGUNDA TEMPORADA.

Narra Babi

Llegué a casa cargada de bolsas. Venía del supermercado. Fuí a llevarlas a la cocina y me encontré con el caos más grande de mi vida.
—Harry y Edward Styles. —Grité furiosa.
Harry apareció en la cocina con Edward en brazos. Él sólo llevaba unos boxers y él niño el pañal. Tenían la boca llena de chocolate.
—¿Que pasa? —Pregunto Harry.
—¿Como que que pasa? Tenéis la cocina hecha una verdadera porquería, ¿y me preguntas que que pasa? Ponte a limpiar ya, yo voy a darle un baño a Ed. —Dije y cogí al niño.
—¿Puedes darme uno a mi también? —Alzó las cejas.
—A ti lo que te voy a dar es un sosquín como no dejes esto como una patena.
—¿Me besas al menos?
—Tienes la boca llena de chocolate.
—Así sabrá mejor.
Rodé los ojos y le besé. Duró más de lo que pensé, ya que al parecer hoy Harry estaba un poco más apasionado de lo común.
—Olé ese culo. —Dijo dándome una cachetada.
Le fulmine con la mirada y caminé hasta el baño. Ed parecía un auténtico león, todo lleno de barro y chocolate. Después de mucho frotar para que salieran bien las manchas, conseguí que Edward se pusiera el pijama y se acostara.
—Harry, pide algo de cenar, paso de preparar nada. Voy a la ducha.
—¿Y Edward?
—Dormido. ¿Sabes qué? Pensándolo mejor prepara algo para ti, no tengo hambre.
—Yo tampoco. Me apetece más ducharme contigo. —Dijo sonriendome.
—A mi también me apetece que lo hagas. No engaño a nadie. —Le extendi la mano y el la tomó.
—Creo que ahora quiero una niña.
—¿Qué? Creo que con Edward nos sobra. No quiero ver más mini rulosos corriendo por toda la casa.
—Mini rulosos sexys, como sus padres, no lo olvides.

Narra Eleanor

—Mamá. —Gritó Troy desde el salón.
Dejé la olla en el mínimo y fuí a ver que quería.
—¿Que pasa Troy? —Pregunté.
—Quiero ir a ver a Eiza.
—¿Y eso por qué?
—Porque ya nos hemos hecho novios.
—Ay dios, dime que es una broma.
—No.
—Cariño, te has buscado el peor suegro del mundo. Será mejor que te busques otra novia. —Dije riendo.
El se cruzó de brazos y negó repetidas veces con la cabeza.
—Eiza y yo nos vamos a casar.
—Troy, tienes cuatro años.
—¿Me llevarás a ver a Eiza?
—En las vacaciones de verano.
—Joo.
—Pero haber, ¿tu dónde te crees que están Los Ángeles? ¿En la otra punta de Londres?
—Buenas. —Dijo Lou. Me besó y miró extrañado a Troy, que tenía un puchero. —¿Que le pasa?
—Que se ha hecho novio de Eiza y quiere ir a Los Ángeles a verla.
—¿Cuándo ha pasado eso?
—Esta tarde al parecer. Ha estado hablando con Amber y Eiza a través de la webcam mientras yo cocinaba.
—Como se nota que no conoce a Zayn. —Dijo Louis riéndose.
—Quién sabe, igual esos dos acaban formando una familia juntos. Sería divertido.
—Dejalo, prefiero que mi hijo mantenga sus órganos reproductores.

Narra Niall

—Y entonces el lobo sopló y sopló hasta que derrumbó la casita de paja...
—Papá, es ilógico que un cerdo construya una casita hecha de paja. La paja no es un material de construcción, salvo en los nidos de los pájaros..
—¿Quién está contando el cuento?
—Tú...
—Mi cuento, mis reglas.
—Y en el remoto caso de que se pudiera construir... Un lobo no podría destruirla soplando.
—Niña, tu cuantos años tienes, ¿45?
—¿Que pasa por aquí? —Preguntó Alice.
—Tu hija, que me está psicoanalizando de nuevo. O es superdotada o es un alien.
—Las probabilidades de que yo sea un extraterrestre son de 0,00001%.
—Haz que pare. —Pedí. Esta niña no llega a los cinco a años y es más inteligente que yo.
—Vamos Maddie, no estreses a papá que después le entra jaqueca.
—Habría que llevarla a la televisión o algo. Nos forrariamos con la niña.
—Niall, es tu hija, no un mono de feria.
—Pero si es mejor para ella, así aseguramos su futuro. Se haría aún más famosa.
—No es una experiencia que quiera para nuestra hija, la verdad.
—Además, yo decidiré cuando sea mayor. —Dijo Maddie.
—Está claro. —Dijo Alice sonriendo.
—¿Estás segura de que es hija mía? —Pregunté.
—Al 100%. Gracias a dios a sacado mi cerebro. Aunque físicamente... Es tu clon.
—Por lo menos es guapa, con eso ya se tiene ganado mucho.

(...)

Capítulo 73. SEGUNDA TEMPORADA.

Narra Harry

Ya estaba atardeciendo cuando llegamos a la playa. Aparqué el coche frente a la casa y miré a Babi, que se había quedado dormida durante el trayecto.
—Cielo. —La moví un poco. Soltó un gruñido pero no abrió los ojos. —Babi, hemos llegado.
—Estoy cansada...
—Podrás descansar ahora, vamos, despierta. —Me bajé del coche, cogí las maletas y las llevé hasta la puerta de la casa. Babi aún seguía en el coche. —Venga ya vaga, sal.
—¿Me llevas?
Me reí un poco y me acerqué al coche. Abrí la puerta y la cogí en brazos, como si se tratara de un niño de 4 años.
—Te estoy mal acostumbrando. Busca en el bolsillo de atrás de los vaqueros un manojo de llaves.
Ella asintió. Antes de coger las llaves me dió un pellizco que me hizo dar un bote.
—Serás pervertida.
—¿Que pasa? ¿Que cuando lo haces tu es una monada y cuando lo hago yo soy una pervertida? Eres un machista.
—No te confundas, me gusta que lo hagas, pero aún así, eso no quita que seas una pervertida. —Dije y abrí la puerta.
—Pues gracias. ¿Me bajas?
—En cuanto lleguemos a la cama. Y no te lo tomes por el lado malo, es que simplemente no pienso dejar que muevas un dedo mientras estés embarazada. Quiero que ese bebé nazca.
—¿Y el gimnasio?
—Pediré baja por maternidad. —La dejé sobre la cama y me recoste junto a ella.
—Aw, ¿estás embarazado?
—Estamos embarazados. —Dije y la besé.
Tomé sus pequeñas manos entre las mías y besé uno por uno sus nudillos.  Ella se quedó pensativa, mirando mi mano izquierda.
—¿En que piensas? —Pregunté.
—En tu mano. —Pasó los dedos con suavidad por encima de la venda.
—Olvida eso.
—No puedo. Por más que lo intento no puedo olvidar que estuve a unos segundos de haberte perdido para siempre.
—Nena, escuchame, no llegó a pasar nada. Estoy aquí y tu estás conmigo. Nada va a ir mal.
—Nada va a ir mal... Eso es lo que le dice el chico a la chica de la peli de miedo antes de que aparezca un fantasma y los mate.
—Pero ellos no suelen estar en una preciosa playa abandonada. Ni junto a la chica más hermosa del mundo.
—¿Eso que tiene que ver? —Dijo sonriendo.
—Nada, no es más que una excusa para llamarte hermosa. —Besé su cuello.
—Te amo, pero tengo sueño. —Dijo riendo.
—Pues a dormir. —Pasé el brazo por encima de su cintura y la pegué completamente a mi.

*2 años después*

Narra Amber

–Zayn, mi amor. —Dije con cara angelical.
—Haber, ¿que me vas a pedir?
—¿Como que que te voy a pedir? ¿No puedo llamarte mi amor? —Me hice la ofendida.
—Ya nos conocemos.
—Pues... Siéntate mejor.
—¿Qué pasa?
—Nada... Sólo que vengo del médico y... Me ha confirmado que.... Vas a ser padre de nuevo... —Dije y se quedó callado. —¿Yupi? ¿Bien? ¿Fantástico? ¿Perfecto? ¿Algo? ¡Habla!
—Yo... Es que... ¿Cuántos meses tienes?
—Uno y medio. La fiesta de Emily y Aria. —Le recordé.
—Cierto...— Sonrió satisfecho. —Asumiremos las consecuencias, supongo que después de dos años casados es normal, ¿no? —Preguntó divertido. Yo asenti. —Sólo te pido una cosa... Quiero ver nacer a este bebé. —Me acarició la panza.
—Lo harás. —Sonreí.
—Eso espero. —Me besó la mejilla. — supongo que habrá que darle la noticia a Eiza.
—¿Que pasa? —Preguntó la niña desde la puerta del salón. Tenía las manos puestas en la cintura, como si tuviera 20 años en vez de 3. Su pelo negro le llegaba casi hasta el trasero y sus grandes ojos azules nos miraban expectantes. Era preciosa.
—Eiza, cariño. Te he dicho que no bajes las escaleras sola. Te puedes hacer daño. —Dije.
—Que rollo. —Hizo un mohin.
—Ven aquí, anda. —Le dijo Zayn. Inmediatamente la niña corrió junto a él, que la cargó en sus piernas.
—La consientes demasiado. —Dije.
—Es mi niña, no puedo evitarlo. No te pongas celosa nena. —Dijo al tiempo que le hacía cosquillas.
—Tu eres tonto. —Dije riendome.

Narra Sophia

—Liam, te toca. —Le dí un codazo.
—Enserio, no es normal que lloren tanto. —Se levantó de la cama y caminó tal que un zombie hasta la puerta. Estaba completamente agotado.
—Espera. —Dije.
—¿Que pasa?
—Que mañana tienes trabajo. Ya voy yo. —Me levanté.
—Te ayudo.
Cruzamos juntos el pasillo hasta la habitación de las niñas, ambos con sueño para tres dias.
—Coge tu a Aria, yo cojo a Emily. —Dije.
—Esto de que vengan de dos en dos... —Dijo con la niña en brazos.
—No sé que te ven, pero en cuanto las cojes y las meces un poco se quedan dormidas. —Dije enfurruñada. Con Liam se duermen en cinco minutos, conmigo en una hora.
—Yo era quién les transmitía tranquilidad durante tu embarazo, es normal.
—Si, pero yo fuí quién las parí. —Dije meciendo a Emily.
—No nos vamos a pelear por las niñas, ¿o si?
—No.
—Bien... Aria ya está. —La dejó en la cuna. —Pasame a Emily.
—Déjame a mi, o se acostumbraran a que las duermas tú y cuándo no estés no se que haré.
—Bueno... Déjame que te eche un cable al menos.
Se acercó a mi y me abrazó por la espalda. Comenzó a susurrar una de las tantas canciones que ha compuesto hasta que la niña se quedó dormida, y yo, totalmente rendida a sus pies.
—¿Como se llama? —Pregunté.
—Truly, Madly, Deeply. —Me besó dulcemente. —¿A la cama?
—Vamos. —Abrí los brazos y me dejé llevar por el.

(...)

jueves, 29 de mayo de 2014

Capítulo 72. SEGUNDA TEMPORADA.

Narra Babi

—Estoy muy enfadada contigo. —Murmure mientras ponía una venda en su mano herida. Ambos nos encontrabamos mucho más tranquilos.
—¿Más que antes?
—Mucho más. Lo de Cara ya ni siquiera me importa. ¿Como se te ocurre esa barbaridad? Harry, quiero que tires absolutamente todas las botellas de alchol que tengas.
—¿Qué? No soy ningún alcohólico.
—Pero podrías llegar a serlo. Las botellas fuera.
—Está bien. Pero quédate conmigo.
—Lo haré. —Dije después de pensarlo unos segundos. Ni podía ni quería dejarlo sólo.
—Y... ¿Desde cuando estás embarazada?
—No lo sé, realmente sólo es una sospecha, tengo nauseas y se me ha retrasado el periodo asinque.
—Casi la cago... —Se tapó la cara con ambas manos.
—Si. ¿De verdad pensabas hacerlo?
—Pues si. Si tu no hubieras llegado seguramente en este momento estaría muerto.
—¿Y que crees que hubiera pasado con Anne? ¿Y conmigo? ¿Y con este supuesto bebé? Eres un inconsciente Harry. 
—Lo sé, lo siento. No pensé, sólo me dejé llevar por mis emociones. Me sentía literalmente como una mierda. Yo sólo veía hasta ahí, sólo sabía que me habías dejado.
—Cada vez que pienso que hubiera pasado si hubiera arrancado el coche y me hubiera largado de aquí me entran ganas de morirme. —Me senté en el sofá. De nuevo el nudo en el estómago.
—No digas eso. —Harry me rodeó con sus brazos y me apoyó en su pecho. Y comencé a llorar de nuevo. —Sh, no llores pequeña. Estoy aquí, no ha pasado nada, ¿vale? Tranquila nena, no voy a ir a ninguna parte.
—Más te vale, imbécil. —Le abracé con todas mis fuerzas.
Soltó una risilla y me besó la frente.
—Quiero llevarte a un sitio.
—¿A dónde? —Pregunté.
—Tengo una casa en una playa abandonada de por aquí... Si tu quieres podemos...
—Podemos.

Narra Sophia

Miré el reloj. Las siete de la tarde. Esto del cambio horario más la noche de bodas... Miré a Liam, parecía un bebé, con la cara pegada a la almohada y la boca en forma de piñón.
Ambos estábamos cubiertos por una simple sabana blanca. Le acaricie la espalda suavemente y después dejé un beso en su hombro.
—Buenos días... —Dijo sonriendome.
—Buenos días.
—¿Que tal?
—Cansada, nos llevará tiempo acostumbrarnos a esto. —Dije y reí un poco.
—Total, sólo estaremos aquí dos semanas... —Se incorporó. —Me gustaría ir a dar una vuelta. Hay unas discotecas muy buenas por aquí.
—¿Podría ser mañana? Tengo demasiado sueño como para salir ahora.
—Bueno. —Me besó la mejilla. — ¿Has hablado con L.A?
—Aún no, ahora serán las siete de la mañana allí. ¿Quién va a estar despierto? Nadie. —Dije riendo.
—Tienes razón. Bah, ya llamaremos. De momento lo único que me importa eres tú. —Se apoyó en la cabecera de la cama y me acogió entre sus brazos. —¿Eres feliz?
—Mucho. —Le sonreí. Liam me besó lentamente.
—Yo también. Así será a partir de ahora. Y pronto llegarán los niños. ¿Cuántos quieres tener?
—Con uno vas sobrado majo.
—¿Uno? De eso nada. Mínimo dos. Un niño con el que jugar y una princesa a la que cuidar y consentir.
—¿Y si salen dos niñas, o dos niños?
—Seguiremos intentándolo.
—Claro, como usted mande mi capitan. —Me burle.
—Te amo. —Me besó.

Narra Alice

—Date prisa, es el único vuelo disponible. —Dijo Niall.
—¿De verdad quieres hacerlo?
—Claro que si. Vamonos ya, anda.—Tiró de mi.
—Espera.
—¿Que pasa ahora?
—Solamente era una prueba. En realidad no quiero casarme aún. —dije.
—¿Qué?—Dió un grito ahogado.
—Pues eso, solamente te estaba poniendo a prueba. Para ver a donde eres capaz de llegar, ya sabes.
—No puedo creerlo..
—Lo siento. Aunque ya que estamos aqui... Elige sitio.
—¿Como que elija sitio?
—Estás cortito hoy. Que elijas destino. Después de todo si que  nos vamos de viaje.
Miró el cartel de los vuelos disponibles durante un buen rato.
—Paris. —Dijo.

(...)

martes, 27 de mayo de 2014

Capítulo 71. SEGUNDA TEMPORADA.

Narra Amber

Abrí los ojos. La ciudad de Los Ángeles se dejó ver al completo ante mi. Zayn me había llevado al cartel de "Hollywood", y allí estábamos, dormidos en el capó del coche, aún con la ropa del día anterior.
Me dolían todos los huesos del cuerpo. Me bajé y me estire al mismo tiempo que contemplaba el hermoso paisaje.
—¿Cuanto tiempo llevas despierta? —Preguntó Zayn frotándose los ojos.
—Apenas unos minutos. Esto es precioso Zayn.
—Ya lo creo. —Estiró el brazo y me atrajo hasta el. —Ese vestido es... —Se mordió el labio, y comprendí perfectamente a que se refería.
—Esos labios son... —Dije sonriendo.
—Este culo es... —Me dió un tortazo.
—Malik, ya, te pasas. —Dije riendome.
—Lo sé. —Me besó la palma de la mano. —Eres consciente de que Eiza lleva casi 24 horas con tu primo, ¿verdad?
—Suerte que Zack y Mike están por allí, que sino...
—Quizás no sea una suerte. Envenenaran a mi hija en mi contra. Logan al menos... Me... Respeta.
—En el fondo te quieren. Logan también. Ellos quieren lo que yo quiero asinque... —Me encogi de hombros.
Sin decir nada, me abrazó, y yo le correspondi. Acaricie su pelo oscuro suavemente. Noté como se le erizaba el bello.
—Te encanta que te acaricien.
—Las caricias no me sirven de nada si no me las das tú. —Susurró en mi oído.
—Pero que poético que eres.
—Lo sé, una de mis facetas. —Dijo sonriendo. —Vamos anda. —Me besó y entramos en el coche.
Recogimos a Eiza en mi antigua casa y nos fuimos a descansar un rato.
Lo primero que hice al llegar fué darme una ducha. Me puse una sudadera de Zayn, unos shorts y bajé al salón. Zayn estaba adormilado en el salón, con la niña en brazos.
—Cariño, puedes ir a ducharte, yo me quedo con Eiza. —Le susurre.
—Toma. —Me la entregó, besó mi frente y caminó lentamente hasta las escaleras. Estaba completamente agotado, y yo también.
Dejé a Eiza en la mini cuna y fuí a hacer algo de comer.
Preparé unas hamburguesas, la verdad, no tenía ganas de hacer algo más complejo. Escuché como unos pasos se acercaban.
—Huele bien.—Dijo Zayn.
—No me he matado preparando la comida pero al menos quitan el hambre. —Le entregué una.
—Muchas gracias amor.
—¿Has hablado con Liam y Sophia?
—No, aquí son las dos de la tarde por lo que en Sidney son doce horas más, deben de estar agotados asinque he decidido esperar a que llamen ellos.
—Sidney... ¿A donde iremos de luna de miel? —Dije emocionada.
—Como muy lejos a la casa de Harry en la playa, tengo muy buenos recuerdos de aquel día. —Me guiño el ojo.
—Enserio. Estaba pensando algo como París, la cuidad del amor.
—Y yo estaba pensando en algo como Nueva Jersey, la ciudad barata.
—Zayn. —Le regañe. —Se supone que esos días serán recordados como los mejores de nuestras vidas.
—Lo siento, esos puestos ya están cogidos. Los mejores días de mi vida fueron cuando te conocí y cuándo nació mi niña.
—Supongo que tenemos tiempo para decidirlo.
—Amber, no sé porque te preocupas tanto. Sabes que cuándo lleguemos a la cama, me beses el cuello y hagas tu magia caeré rendido a tus pies y haré lo que me pidas. Una vez recupere la cordura, me daré cuenta de que lo que me has pedido me costará un ojo de la cara pero será demasiado tarde asinque. —Se encogió de hombros.
—Tienes razón. —Me senté sobre sus piernas. —Quizás... Debería empezar a convencerte.
—Quizás. —Susurro sobre mis labios.

Narra Babi

Me despertó el sonido de mi móvil. Tanteé la mesilla y lo cogí. Era un mensaje de la compañía orange. Putos panchitos, no tienen otra hora mejor para dar por saco.
Dejé el teléfono en su lugar y me acomode para continuar durmiendo. Note la ausencia de algo en la cama, más bien de alguien. Harry no estaba.
Alomejor recuerda lo que pasó ayer y no se ha atrevido a enfrentarme.
Me levanté de la cama y fuí al baño. La ducha estaba encendida.
—Buenos días. —Dijo Harry.
—Hola. —Cogí mi cepillo de dientes.
—Creo que podría hacerte un hueco aquí. —Dijo con segundas.
—No, gracias. Me duele la cabeza, prefiero esperar.
—¿La cabeza? ¿Hablas enserio? —Asentí. —Como quieras. —Cerró la mampara de la ducha con cierta violencia. Que se enfade si le da la gana, yo tengo más derecho que él a estar molesta.
Terminé de cepillarme los dientes y fuí a ducharme al baño principal. Tampoco era plan de estar esperándole todo el día.
Me puse unos jeans ajustados, una camiseta básica celeste, de manga corta y unas vans del mismo color.
Bajaba las escaleras cuándo noté un dolor muy fuerte. Me apoyé en la barandilla.
—Ahora no. —Dije, sospechando cuál podría ser la causa de ese mareo.
—¿Babi? ¿Estás bien? —Preguntó Harry.
—Perfectamente. —Caminé como pude hasta el salón. No quería verlo, ni oírlo. Ni siquiera olerlo.
—Te veo pálida, mareada. Déjame ayudarte. —Me sujetó delicadamente por la cintura.
—No necesito tu ayuda. Sueltame.
—¿Te pasa algo conmigo?
—Lo cierto es que si. —Dije cansada de toda esta situación.
—¿Qué?
—No quiero hablar de eso ahora. —Intenté zafarme de el, cosa que no conseguí.
—Pero yo si, y vamos a hablar. Ya estoy harto. —Dijo en tono autoritario.
—No me chilles.
—No te he chillado, como tu dices. Estoy cansado de tus desprecios. Dime, ¿que le he hecho ahora a la señorita?
—Te has liado con tu ex, delante de ella. —Dije de lo más chula que pude. Harry se quedó blanco como el mármol. —¿No piensas negarlo ni nada?
—Lo cierto es que no me acuerdo...
—Claro, el señor no se acuerda. —Me quité sus manos de encima.
—Babi....
—¡No! Ni Babi ni hostias. ¿No te bastaba con una? Querías dos, ¿cierto? Para así demostrar lo machote que eres. Bien, tienes a dos mujeres muriéndose y peleándose por ti, ¿te sientes ya como un hombre? ¿O necesitas engañar a otra tonta más?—Me retiré una lágrima de la cara. —He perdido toda mi confianza en ti, y déjame decirte que era mucha, demasiada quizás.
—Yo te a...
—Ni lo digas, porque no te voy a creer. Has destrozado mi vida Harry Styles. Me largo de aquí, ya no quiero seguir más contigo. Vuelve con tu adorada Cara. Te odio. —Dije y subí las escaleras rápidamente.
Una vez llegué a la habitación, me dejé caer al suelo y comencé a llorar. Acababa de decir la mentira más grande de toda mi vida.
Recogí todas mis cosas y eché un vistazo a mi alrededor. Había sido tan feliz entre estas simples cuatro paredes... Y ahora soy la chica más infeliz del mundo. No sé si sería capaz de vivir sin Harry, y corriendo el riesgo de estar embarazada.
Bajé las escaleras lentamente. Harry no estaba en el salón. Le importaba una verdadera mierda lo que pasara conmigo.
En el fondo esperaba que al menos intentara detenerme.
Con toda la furia del mundo acumulada en mi interior, abrí la puerta de la calle. Mi furia cesó cuando ví a Harry frente a mi, de brazos cruzados.
—No te vas a ir. —Dijo.
—Puedes apostar que si. No quiero verte más.
—No sé que hice en esa fiesta. No sé si me enrollé con Cara o no. Lo único que sé es que la cagué y no quiero perderte por ello.
—Ya lo has hecho. Déjame en paz.
—Babi, no me dejes. —Se puso de rodillas frente a mi. —Si te vas yo no quiero seguir viviendo. No puedo vivir sin ti.
—¿Que quieres decir con eso?
—Lo sabes perfectamente. Eres lo único bueno de mi vida, la persona a la que más he amado y por la que lo daría absolutamente todo. Tu entendiste una luz en ls habitación oscura que era mi vida. Si te vas, la luz lo hará contigo y prefiero morirme antes de volver a una oscuridad mayor.
—Dices que si me voy te matas, ¿no? No vas a conseguir manipularme. Eres lo bastante mayorcito para saber lo que haces. Déjame irme, no quiero verte.
—Está bien. —Se hizo a un lado. —Lo único que te pido es que no olvides lo que una vez tuvimos. Los buenos momentos juntos. Ojalá pronto encuentres a alguien que pueda hacer lo que de ahora en adelante yo... —Hizo una pausa. —No podré. Nunca olvides que te amo. —Entró en la casa.
¿Acaso se acababa de despedir? Subí las maletas al coche y me quedé allí sentada. Harry puede ser muy impulsivo, sobretodo cuando bebe.
—Que no le pase nada. —Pedí. Tenía un nudo en el estómago.
Después de unos 15 minutos, decidí arrancar. Iba a hacerlo cuándo escuché una cristalera romperse.
Me bajé del coche rápidamente y corrí hasta el interior de la casa.
—¿Harry? —Lo llamé.
Fuí a la cocina. El ventanal del patio estaba roto, Harry tenía una mano llena de sangre y con la otra sujetaba una botella de whisky.
—Vete, no quiero que veas esto. —Dijo y le dió un buche a la botella. Tenía los ojos rojos e hinchados, en otras palabras; estaba llorando.
—Harry, para. Deja la botella.
—Te he dicho lo que voy a hacer Babi. No soy más que un puto bastardo. —Dijo tambaleandose de un lado a otro. Cogió un cuchillo del cajón. —Vete ya.
—No, no Harry, suelta eso.
— Lo haré, en cuanto te vallas.
—Ni hablar, sueltalo.
—No me dejas otra opción. Una vez más, lo siento. —Dijo y levantó el cuchillo para clavarselo a si mismo.
—¡No lo hagas! Porfavor. —Lo paré, ya no podía contener las lágrimas. —No me puedes dejar sola, estoy embarazada Harry. —Dije, y el cuchillo cayó al suelo. Harry se había quedado estático.
Me acerqué a él y lo abracé tan fuerte como pude, mientras lloraba desconsoladamente. Había estado a punto de perderlo, para siempre.
—Eres tonto, como has podido intentar esto siquiera. ¿No te das cuenta de que me haces más daño a mi que a ti? —Le reclame, y noté sus brazos apretarse en mi cintura, haciéndome sentir protegída.
—Tu me odias..
—Yo te amo pedazo de inútil. Más que a nada. —Dije llorando. ¿Que hubiera pasado si me hubiera marchado?
—Lo siento mi vida, de verdad, no quiero dañarte. —Me acaricio el pelo.
—No quiero que vuelvas a hacer esto nunca más. No quiero que te pase nada. Me volveria loca. Porfavor. —Hundi mi cara en su cuello, aún con un nudo en la garganta y sin poder parar de llorar.

(...)

martes, 20 de mayo de 2014

Capítulo 70. SEGUNDA TEMPORADA.

Narra Alice

—Horan, estoy aquí, por si no te habías dado cuenta. —Dije, ya estaba cansada de su indiferencia.
—Como para no darse cuenta. —Me repasó entera con la mirada.
—Pues no lo parece. —Él rodó los ojos.
—Muy bien cariño, que quieres hacer. ¿Te apetece que bailemos?
—Lo que tu quieras.
—¿Como que lo que yo quiera?
—Pues eso, siempre es lo que tu quieres. —Me crucé de brazos.
—No, no siempre.
—Ah, ¿no? Dime una sola vez en la que no hayamos hecho lo que tu quieres.
—Alice, si siempre hiciéramos lo que yo quiero ahora mismo tu y yo estaríamos junto a Liam y Sophia en un avión destino a Sidney.
—¿Que quieres decir con eso?
—¿No es obvio? Si hubiera sido por mi tú y yo estaríamos ya casados, eso es lo que quiero.
—¿Y por qué no me lo has pedido?
—Porque me dijiste que querías que las cosas surgieran. Yo no tengo ningún problema es esperar a que estés preparada pero... Eso no quita que me muera de las ganas.
—Casemonos, ahora.
—¿Como que ahora? No hay ningún cura por aquí, ¿o si?
—En Las Vegas. Después tendremos tiempo de hacerlo por la iglesia. ¿Que dices?
—¿En Las Vegas?
—El dinero no es un problema, recuérdalo. —Hice una pausa. —Si de verdad quieres hacerlo, este es el momento.
—Pretendes que nos escapemos juntos a Las Vegas y nos casemos. —Afirmó.
—Exacto, ser un poco más romántico no te mataría y esto es idóneo.
—No hay más que hablar entonces. —Me cogió la mano y me condujo hasta la salida.

Narra Babi

Estaba entretenida hablando con Eleanor mientras Lou se espantaba la borrachera en la piscina. En realidad se había caído y ahora no había quién lo sacara.
—Miigrargme. Soyg un pato. —Dijo riendo.
—Te vas a ahogar. —Dijo Els.
—Dame la gmano mi amog. —Dijo Lou, y Els, que es tonta se la dió. Resumiendo, que Lou encontró a un amigo pato.
—Serás idiota. Adiós vestido, adiós maquille y adiós todo. —Se quejó Els.
—Tampoco teg hara falta. —Dijo Lou y la besó.
Ya estaba sobrando ahí. Comencé a buscar a Harry entre la poca gente que quedaba en la fiesta. Seguramente se haya tomado la mitad del minibar, y esté por ahí tirado. Lo ví en la azotea. Estaba apoyado, tomando el aire.
Ví una sombra detrás de él. Una chica. Cara. ¿Que cojones hacia esta guarra en mi casa?
Pasó los brazos por el cuello de MI novio y comenzó a jugar con sus rulos. Se fue acercando poco a poco a él, hasta que lo besó. Y yo allí, como una idiota, mirándolo todo.
No sabía como reaccionar ante esto. Matarlo a el, matarla a ella, matarlos a los dos o matarme a mi. Cualquiera de esas opciones valdría.
No se van a burlar de mi. Subí las escaleras decidida a romperles la cara a ambos. Abrí la puerta de par en par y encontré a Harry intentando quitarse de encima a Cara, aunque su cogorza no lo ayudaba demasiado.
—Esag ges Babi, nog tú. —Dijo Harry al verme. —Ven cagiñog. —Se calló en la cama.
—Eres una zorra. —Dije.
—¿Perdona? Si Harry me ha besado es porque él así lo ha querido. Quizás aún siga enamorado de mi.
—Ya, pues yo creo que no. Lárgate de mi casa.
—Yo de ti me relajaría.
—Y yo de ti no discutiria con alguien que puede arrancarte las extensiones.
Me miró con aires de superioridad y terminó por irse. Respire hondo y miré a Harry. ¿Que se supone que debía hacer? ¿Enfadarme con él? Si no creo que sepa siquiera dónde está.
—Babi. —Lo escuché decir.
—Que.
—Te amo.
No respondi a eso. Pedí que terminaran de echar a la gente de la fiesta y me metí en el baño y comencé a desvestirme. Ví aquella H en mi abdomen a través del espejo. ¿Me habría equivocado?
Después de todo alomejor Harry no es el indicado. Tenía que descubrirlo.
Quizás la mejor forma de hacerlo sería marchandome durante un tiempo, ordenando mis ideas... ¿No?
Cogí una camiseta de Harry, me la puse y me acosté junto a el, pero dándole la espalda.
Poco después lo sentí más cerca de mi. Su respiración se trasladó a mi cuello y su brazo alrededor de mi cintura. Me gire, quedando frente a él.
—¿Por que has tenido que estropearlo todo, Harry? —Pregunté, consciente de que no me escuchaba.
Bese la comisura de sus labios y me refugie en su pecho. Quería dormir abrazada a él, aunque sólo fuera por una noche más.

(...)

lunes, 19 de mayo de 2014

Capítulo 69. SEGUNDA TEMPORADA.

Narra Liam

Comenzó a sonar la música que le daba entrada a Sophia. Me giré rápidamente y la vi, con un vestido precioso, palabra de honor y con adornos plateados en la parte superior. El velo era larguísimo. Y ella hermosa. Venía del brazo de Zayn.
Una vez llegó hasta mi, Zayn me dió un abrazo y se fue a sentarse con Amber.
—Eres la novia más guapa del mundo. —Dije.
—Si, ya lo sé. —Dijo riendo. —Tenía que estar a la altura del novio...
Me agarró del brazo y caminamos hasta quedar frente al cura. La verdad, pensé que este hombre no se callaria nunca. Me pensé varias veces lo de meterle un calcetín en la boca.
Varios lustros después, los padrinos y testigos firmaron y aquel hombre dijo lo que yo estaba deseando de escuchar.
—Liam James Payne, ¿aceptas como esposa a Sophia Lucie Horan para amarla durante el resto de tu vida?
—Si.—Dije poniéndole el anillo a Sophia.
—Sophia Lucie Horan, ¿aceptas como esposo a Liam James Payne para amarlo durante el resto de tu vida?
—Si. —Respondio sonriendo e imitó mi acción.
—Yo es declaro marido y mujer, puede besar a la... Si, lo que está haciendo. —Dijo, ya que nisiquiera le dejé acabar la frase cuando la besé.
Todo el mundo estalló en aplausos y hurras.
—Eres mía. —Dije.
—Y tú eres mío.
—Felicidades chicos. —Dijo Niall.
Estuvimos recibiendo las felicitaciones de todos durante un buen rato. Más tarde, después de que nos bañaran en pétalos de rosa y arroz blanco, nos montamos en el coche. La celebración será en el jardín de la casa Styles, que es como una cuarta parte de Central Park.

Narra Harry

—Todo a salido bastante bien, ¿verdad? —Dijo Babi.
—Pues sí. Ha sido una boda hermosa, y aún queda lo mejor. —Levante ambas cejas.
—Ni se te ocurra beber, después quién te aguanta.
—Tendrás que aguantarme tú. —La besé rápidamente y bajé las escaleras de casa. Ya todos estaban en el jardín.
Iba caminando tan tranquilo cuando, a lo lejos, junto a la piscina, ví una cabellera rubia que me resultaba muy familiar.
—Harry.
—Hola, Cara.
—¿No me digas que eres amigo de los novios? —Me besó la mejilla.
—Pues sí, esta es mi casa.
—Ah, no lo sabía, lo siento. —Dijo riendo. —Me invitó Liam, somos viejos amigos. ¿Y tu novia?
—Está dentro, saldrá en unos minutos.
—Reservame un baile. —Me guiño el ojo y se marchó.
Miré a mi alrededor, esperando que Babi no estuviera por ahí. Gracias a dios tuve suerte. Iba a buscar una cerveza cuando la ví salir al jardín. Se había dejado el pelo suelto, igual que en la boda de nuestros padres.
Una sonrisa se extendió en mi rostro al recordar aquello. Babi no me soportaba, y yo a ella tampoco mucho. Aunque creo que ya me gustaba.
Me saludó con la mano y yo le hice un gesto para que se acercara.
—Tú y tu manía de soltarte el pelo en las bodas. —Dije riendo y la besé.
—Me siento más cómoda así. —Miró mi cerveza. —¿Ya empezamos?
—Tengo que coger la pea lo antes posible, así se me pasará lo antes posible y tu y yo tendremos una noche de bodas entretenida.
—Uno, no hace falta que te cojas ninguna "pea". Dos, no nos hemos casado, con que no es nuestra noche de bodas.
—¿Tres?
—No hay tres. No te pases con el alchol. —Miro a la pista de baile improvisada. —Quiero bailar, vamos.

Narra Zayn

Esto de ser padrino es agotador. Lo único que me apetecía era llevarme a casa a Amber y comermela. Ese vestido y ese cuerpo no pueden ser legales. Cuándo porfin pude quitarme de encima a varios pesados, comencé a buscarla entre la gente.
En la pista sólo estaban Liam y Sophia, comiéndose la boca, literalmente. También estaban Harry y Babi, bailando más tranquilamente.
En el mini bar estaban Lou y Niall, y más a la derecha las chicas, entre ellas Amber.
Caminé hasta allí con paso firme. La cogí en brazos y la besé.
—¿Que haces? Bajame anda. —Dijo riendo.
—A esto me refería yo. Amber, Babi y Sophia tienen suerte, sus chicos son románticos. Los nuestros.. Enfin. —Dijo Alice señalando a Lou y Niall, que discutian sobre fútbol.
—Tampoco será para tanto. —Dijo Amber.
—Hacerles ojitos, en cuestion de segundos los tendreis comiendo de vuestra mano. —Les aconseje. —Si me disculpan, señoritas. —Le di una vuelta a Amber y me la llevé de la mano.
—¿A donde vamos?
—¿A donde quieres ir?
—No me importa, si tú vienes conmigo.
—Entonces no tienes de que preocuparte. —Le besé la punta de la nariz.

(...)